Arzobispo de Santo Domingo posesiona nueva Pastoral Juvenil

Santo Domingo- El Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Monseñor Francisco Ozoria presidió el encuentro de clausura de la Pascua Juvenil de la Arquidiócesis de Santo Domingo y posesionó los nuevos sacerdotes que dirigirán la Pastoral Juvenil Arquidiocesana.

La concentración pascual se celebró hoy domingo 30 de abril, desde las 3:00 de la tarde, en la cancha techada del Club Mauricio Báez del sector de Villa Juana en Santo Domingo, donde se dieron a conocer públicamente los sacerdotes que integrarán de ahora en adelante la Pastoral Juvenil en el país.

Entre ellos el Vicario General Episcopal de Pastoral Juvenil y Adolescencia, el Padre Miguel Angel Amarante; el Padre Benito Alvarado, Director Diocesano del Distrito Nacional; el Padre Gabriel Lora, director diocesano de Santo Domingo Norte y el Padre Joel Villafañas director diocesano de Santo Domingo Oeste.

La reunión tuvo el lema de la Pascua Juvenil de este año: “Vamos a Participar”, donde los jóvenes dieron testimonio de su fe en Cristo Resucitado.

Los grupos músicas que animaron a los jóvenes y participaron son Renovado DC, Militantes del Señor, Proyecto 67, Ministerio Panuel, Alisber Zapata, Tri-M, D´Fe, Ministerio de Danza Corazones Unidos, ente otros.

La concentración de este domingo estuvo organizada por la Comisión Arquidiocesana de Pastoral Juvenil y fue vivida por los jóvenes contemplando y celebrando el encuentro con Jesucristo vivo, presente y actuante en la realidad y en la vida de los jóvenes. Los jóvenes dieron así testimonio, como los apóstoles, de que Cristo ha Resucitado y hace nuevas todas las cosas.

Miles de jóvenes celebraron durante la cuaresma y los días de Semana Santa la Pascua Juvenil, una experiencia de fe vigente en el país, desde hace muchos años. Esta celebración se extiende luego durante los cincuenta días de la Pascua, culminando con la fiesta de Pentecostés.

Durante la Semana Santa cada año los jóvenes que se integran a la Pascua Juvenil asumen seriamente en un clima de alegría y serenidad, la celebración del misterio central de la vida cristiana.