El parpadeo intenso de la estrella KIC 8462852 tiene a los investigadores del SETI, un programa de ciencia ciudadana que busca vida extraterrestre, absolutamente desconcertados.
El movimiento de la estrella es único. Según señala la BBC, “de las cerca de 150.000 estrellas que vigila el telescopio Kepler, ésta es la única que se comporta de este modo”.
En un principio se pensó que se trataba de un nuevo planeta, sin embargo esta hipótesis fue descartada.
En 2009, por ejemplo, el telescopio registró dos pequeñas caídas de luminosidad, además de una caída asimétrica de una semana en 2011, y una serie de varias caídas durante tres meses en 2013 (algunas de ellas del 20%).
De lo dicho hasta ahora se desprende que entonces, la causa de este comportamiento no puede ser la presencia de un planeta.
La BBC señala además que “no puede un planeta además, porque la intensidad de la disminución es muy grande: incluso si se tratase de un planeta del tamaño de Júpiter (el más grande de nuestro Sistema Solar), la luz de KIC 8462852 se reduciría sólo en un 1%”.
Jason Wright, astrónomo de la Universidad Estatal de Pensilvania e integrante de una organización que investiga exoplanetas y mundos habitables, presentó una sorprendente hipótesis que podría explicar el fenómeno.
“¿por qué no pensar en que el fenómeno podría ser causado por una serie de megaestructuras equipadas con paneles solares, construidas por extraterrestres?”
Los científicos que creen en la existencia de vida inteligente -o al menos la posibilidad- de ella fuera de nuestro planeta, sostienen que una civilización alienígena de avanzada se caracterizaría muy probablemente por su capacidad de obtener la energía de su sol y no de la explotación de los recursos de su propio planeta.
Tabetha Boyajian, investigadora de la Universidad de Yale que participó en el halazgo del extraño fenómeno, indicó que “nunca hemos visto nada como esta estrella. Es muy raro. Al principio pensamos que se trataba de un error en los datos o de un movimiento de la nave que tomó las fotografías, pero todo eso ha sido comprobado”.
Pese a que no descarta la teoría de la vida extraterrestre en esa estrella, presenta otra hipótesis que tiene más fuerza. Dicho estudio fue presentado en ‘Monthly Notices of the Royal Astronomical Society’.
La explicación más factible puede estar en un grupo de exocometas que se acercaron a la estrella y se rompieron a causa de la gravedad, dejando en el proceso enormes cantidades de polvo y gas
Si los cometas se trasladan en una órbita que los hace pasar frente al planeta cada aproximadamente 700 días, sus fragmentos que se siguen desgranando podrían explicar la disminución irregular del brillo percibida por Kepler.
La única manera de verificar esta teoría es con más información, pero desde que el telescopio dejó de funcionar correctamente en 2013, es más difícil obtener datos.
Por su parte, el diario ABC de España, indica que “el sorprendente hallazgo se produjo gracias al escrutinio del telescopio espacial Kepler, que se encontraba desde 2009 analizando la luz de más de 150.000 estrellas. Una de sus tareas era averiguar si los parpadeos de las estrellas eran periódicos, con el objetivo de buscar exoplanetas pasando por delante de las estrellas a lo largo del recorrido de su órbita”.
Fuente: BBCMundo