El primer ministro de Rumanía, Victor Ponta, que es juzgado por corrupción, anunció hoy su dimisión, después de que unas 20.000 personas exigieran ayer la caída del Ejecutivo tras la muerte de 32 personas en el incendio en una discoteca que incumplía las normas de seguridad.
"Con fecha de hoy renuncio a mi mandato como primer ministro e, implícitamente, al del Gobierno de Rumanía", anunció Ponta en una rueda de prensa televisada desde el Palacio Victoriei, sede del Ejecutivo.
Ponta, que es juzgado por evasión fiscal, blanqueo de dinero y falsedad documental, explicó su dimisión en la necesidad de asumir responsabilidades por la tragedia del incendio.
"Tengo la obligación de reconocer el enfado legítimo que existe en la sociedad", indicó el primer ministro.
"Espero que renunciar a mi mandato y al Gobierno satisfagan las peticiones de los manifestantes", prosiguió Ponta.
Ponta precisó que asegurará la transición a un nuevo Gobierno y pidió que no se aproveche la situación políticamente.
"Aquellos que especulen políticamente en este momento lo pagarán caro.", advirtió.
Tras anunciar su dimisión, el político socialdemócrata colgó un mensaje de agradecimiento en la red social Facebook.
"Muchas gracias a todos los médicos que han cumplido con su trabajo hacia los heridos. Aún estoy interesado por la situación de los pacientes y las necesidades de cada hospital. No debe faltar nada en cuanto a personal y a medicamentos", indicó.
Poco antes de esa comparecencia, el presidente del Partido Socialdemócrata, Liviu Dragnea, había justificado también en el incendio la marcha del jefe del Gobierno.
"Alguien tenía que asumir la responsabilidad de lo que ha pasado", señaló Dragnea, quien precisó que su formación política se reunirá esta misma mañana para decidir su sustituto.
Los manifestantes, que ocuparon la pasada noche las calles de la capital rumana durante varias horas, vincularon la inacción en la lucha contra la corrupción del Gobierno con la tragedia y la falta de controles de seguridad por parte de las autoridades.
Ponta había ignorado reiteradamente las peticiones de dimisión, sobre todo del presidente Klaus Iohannis, por sus problemas ante la justicia y había prometido terminar la legislatura, pero no presentarse a la reelección en la elecciones generales de otoño del próximo año.
En las próximas horas la coalición gubernamental de centroizquierda, formada por el Partido Social Demócrata; la Unión Nacional del Progreso de Rumanía; y el Partido Conservador, abordarán la constitución de un nuevo Ejecutivo.