El grupo terrorista Estado Islámico (EI) aseguró hoy que derribó el avión ruso sobre la península egipcia del Sinaí, con 224 personas a bordo el pasado 31 de octubre, con una lata de refresco cargada de explosivo, que fue introducida a bordo del aparato.
En el último número de la revista propagandística que el grupo edita en inglés, "Dabiq", los yihadistas muestran una imagen del supuesto artefacto explosivo fabricado con una la lata de refresco y lo que parece ser un detonador, y varios cables.
De su lado, el gobierno ruso confirmó que el derribo del Airbus 321 ruso, fue provocado por un acto terrorista.
Vladimir Putin ordenó este martes a los mandos militares que establecieran contacto con la marina de guerra de Francia para realizar acciones conjuntas.
“Hay que establecer contacto directo con los franceses y trabajar con ellos como aliados”, dijo el líder al jefe de la aviación estratégica Anatoli Zhíjarev, durante una visita al centro de mando de las Fuerzas Armadas en Moscú.
Alexandr Bórtnikov, el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), fue el encargado de certificar la versión oficial sobre la catástrofe del Sinaí.
“Puede decirse de forma inequívoca que fue un acto terrorista”, sentenció el funcionario en una reunión con Vladímir Putin y otros altos cargos, de la que informó la página del Kremlin después de las 11 de la mañana.