Con la presencia del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, y de la primera dama Ana García de Hernández, la comunidad de Amapala de ese país centroamericano, lugar donde vivió por varios años Máximo Gómez, se convirtió en testigo del acto en conmemoración del 179 aniversario del natalicio del prócer de la independencia cubana y uno de los forjadores del ejército hondureño.
En la actividad donde se honró la vida y obra del gran estratega militar nacido en Baní, se interpretaron los himnos de Honduras, República Dominicana y Cuba. En sus palabras, el presidente Hernàndez resaltó la gran amistad que mantiene con el presidente Danilo Medina y el paìs, y dijo que varios programas que se llevan a cabo en esa nación centroamericana, fueron tomados luego de la experiencia de la Repùblica Dominicana.
El embajador dominicano, José Osvaldo Leger hizo su intervención, refiriéndose a episodios históricos de la llegada del prócer a ese país centroamericano, y de su acogida por parte de las autoridades de esa época. “La generosa actitud del presidente hondureño Marco Aurelio Soto, le permitió al prócer dominicano establecerse en este hermoso y noble país, en donde ensanchó su amistad con el intelectual cubano José Joaquín Palma, el célebre de Bayano, que le patrocina en la obtención de una importante posición en el ejército hondureño, ejerciendo las funciones de Comandante de Plaza en esta histórica tierra de Amapala.”, expresó Leger.
En la ceremonia de tributo a la obra de Máximo Gómez en Honduras habló el ex embajador hondureño en República Dominicana, Rafael Leiva Vivas, autor del libro Presencia de Máximo Gómez en Honduras, quien hizo un esbozo de la vida y obra del luchador dominicano en ese país centroamericano.
En la intervención del embajador cubano en Honduras, Sergio Oliva Guerra, éste hizo referencia sobre la titánica hazaña de Máximo Gómez en pro de la independencia cubana.
Una delegación del Ayuntamiento de Baní, encabezada por el regidor Oscar Iván Peña, y por el secretario de la sala capitular Wilson Guerrero, leyó una resolución, reconociendo a la comunidad de Amapala como municipio hermanado con la comunidad banileja, lo que fue acogido con gran beneplácito por el alcalde de Amapala, Santos Alberto Cruz Guevara.
Máximo Gómez arribó en 1879 a la isla de Amapala en Honduras, considerado para la época como el principal puerto marítimo del océano Pacífico en Centroamérica. El héroe dominicano participó en la conformación del ejército hondureño, y fue el propio presidente hondureño de entonces, Marco Aurelio Soto, quien le reconoció el grado de general al dominicano salido de Baní, permaneciendo en suelo catracho por varios años.
En la isla de Amapala todavía se conserva la casa en donde Máximo Gómez vivió junto a su familia, por lo que el ministro consejero dominicano Darío Alejandro Mañón, coordinador general de la actividad, considera que la residencia de Gòmez debe convertirse en un museo histórico.
El estratega del filo del machete, como se le suele llamar, también vivió en la comunidad hondureña de San Pedro Sula. Igualmente fue nombrado administrador de Puerto Cortés de ese país centroamericano. Un decreto presidencial de esa nación le reconoció su bien ganado grado de general.
En 1895 regresa Gómez a Cuba y en una cruenta guerra, junto a otros patriotas logró la independencia cubana, la cual fue producto de sus estrategias militares y su admirada valentía. Máximo Gómez murió en el año 1905, en la ciudad de La Habana, a los 68 años de edad.