El acuerdo pautado para ser firmado en el marco de la cumbre del clima de París (COP21) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, es para la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, un mecanismo que contribuirá al desarrollo mundial.
Durante la apertura del evento la primera mandataria brasileña enfatizo que hay un sentimiento de urgencia que debe poner a los deferentes países a dar muestra de su liderazgo, tras afirmar que la acción será útil si es colectiva.
De acuerdo a Rousseff, la mejor manera de buscar soluciones colectivas que vayan en beneficio de todos los países en trabajar unidos para encontrar un acuerdo equitativo, ambicioso y duradero.
En ese sentido Dilma, apostó por un acuerdo "jurídicamente vinculante", que no solo sea la suma de las contribuciones de cada uno", sino que abra una nueva vía para comprometernos en la lucha contra el cambio climático.
Rousseff indicó que el acuerdo debe incluir también la ayuda a los países en vías de desarrollo y "tener en cuenta a los países más vulnerables".
Rousseff dijo ser favorable a que el acuerdo que salga de París contenga una cláusula de revisión periódica y señaló que su país está listo para afrontarlo.
En ese sentido, aseguró que se ha reducido un 18 % la tasa de deforestación del país y que se ha fomentado una agricultura baja en emisiones.
Su Gobierno se ha comprometido a reducir un 43 % las emisiones en el horizonte de 2030 con respecto a las que tenía en 2005, un "objetivo ambicioso que va más allá de (nuestra) parte de responsabilidad en el fin de contener la subida de la temperatura".