Mexico-El 28 de noviembre del 2014, el popular intérprete del personaje “El Chavo del 8” falleció en Cancún a los 85 años, dejando un legado de humor a generaciones de todas las edades.
¿Pero cuál fue la receta del éxito del programa? En realidad no se trataba de una producción televisiva para los pequeños, sino para adultos, pero llegó a un público de todas las edades que se identificó con las penurias que vivía el niño que siempre tuvo 8 años.
“El Chavo” carecía de todo. Era huérfano. No tenía padres, no tenía casa, es más, no tenía nombre. Llegó a la vecindad con solo un palito con pocas pertenencias: un bolero, una resortera y alguna que otra chuchería.
Sin embargo, “El Chavo”no vivía solo, residía en el departamento número 8, aunque nunca se supo con quién, porque el barril no era su casa, más bien su escondite secreto. Tenía poca ropa y lo único nuevo era un hueco en la camisa; sus zapatos se los regalaron el primer día que llegó a la vecindad.
El muchacho tampoco era muy inteligente, a menudo reprobaba de grado y se ganaba la vida de cualquier manera: vendía periódicos, lotería, era limpiabotas, ayudante de zapatero de don Ramón, preparaba aguas frescas o simplemente le llevaba botellas al señor de la tienda, que le pagaba 20 centavos por unidad.
Eso parece que fue precisamente lo que llevó a las masas a simpatizar con “El Chavo”, las calamidades que vivía: casi nunca comía y prácticamente nunca desayunaba salvo por las pocas veces que don Ramón lo invitaba aunque con tan mala suerte que se quebraban los huevos del desayuno. Aún así, siempre vivía pensando en una torta de jamón.
Hoy que se cumple el primer aniversario de su partida, el mundo todavía recuerda con cariño a Roberto Gómez y todos sus personajes: El Chapulín Colorado, Chespirito, El Chómpiras, Chaparrón Bonaparte, el Doctor Chapatín, Vicente Chambón, El Metichitos, casi todos empezaban con la letra ch o al menos la incluía en su nombre.
Y si de recordar frases con moraleja se trata, “El Chavo” dejó varias. “La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena”, “Hay que amar a los enemigos”, “A una mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa”…
Hoy los personajes de Gómez Bolaños siguen sacándoles risas a personas de todas las edades, ya sea en los capítulos de la serie, sus múltiples películas para el cine con el emblemático “Chanfle” o para las nuevas generaciones, en los animados que se basan en los libretos de los programas originales.