Y como es habitual, el ‘10’ contribuyó de manera decisiva a esos éxitos: marcó 43 goles en 38 partidos de campeonato, además de 18 pases de gol y acabó máximo anotador de la Champions (con 10 goles, empatado con CR7 y Neymar) y aunque no marcó en la final participó en los tres goles de la victoria ante la Juventus (3-1).
En otra final, la de la Copa del Rey (victoria 3-1 ante el Athletic), abrió el marcador con una obra de arte, en la que recibió la pelota en el centro del campo, escorado a una banda y se plantó en el área pequeña bilbaína, regateando a cuantos defensores le salían al paso, para batir al arquero rojiblanco.
Con este tanto, Messi también podría ganar el lunes el Premio Puskas al Mejor Gol del Año, categoría en la que competirá contra el italiano de la Roma Alessandro Florenzi y contra un modesto futbolista brasileño, Wendell Lira.
Con estos credenciales, difícil que a Messi se le escape un Balón de Oro que sumaría a los cuatro ya conseguidos consecutivamente de 2009 a 2012.
Cristiano Ronaldo (vencedor en 2008, 2013 y 2014) aspira a empatar con Messi a cuatro Balones de Oro. El portugués vuelve a presentar unos números envidiables, incluso aventaja a Messi en número de goles marcados en el año (57 por 53), pero el portugués puede pagar caro la temporada en blanco con el Real Madrid.