Andy Murray enfrentará Djokovic en final de Australia

Después de poco más de cuatro horas de acción, Andy Murray sacó adelante un duro compromiso ante Milos Raonic y se impuso por 4-6, 7-5, 6-7 (4), 6-4 y 6-2 para avanzar a la final del Abierto de Australia, donde lo espera Novak Djokovic, defensor del título y quien eliminó a Roger Federer. Será su quinta definición en Melbourne, segunda consecutiva.

Murray tuvo la virtud de la paciencia. Comenzó siendo desbordado por la potencia con el servicio y el orden en el juego de Raonic, algo que reluce desde su reciente vínculo con Carlos Moyá como coach, pero supo golpear en el segundo parcial y aprovechó a la perfección las diferencias físicas -y mentales- sobre el cierre. Yendo desde atrás, el escocés manejó mejor los tiempos del partido gracias a su experiencia y terminó dejando al canadiense sin Top 10 ni su primera final de Grand Slam.

En el inicio, Raonic destrabó muy rápido el primer set. El canadiense estuvo lúcido desde la devolución y sorprendió a Murray en el arranque: quiebre "en cero" para el 1-0. Luego, reacción a tiempo con su saque para levantar un triple punto de quiebre y encaminar el game hacia el 2- 0. De ahí en adelante, sin sobresaltos.

El canadiense tuvo siempre el control del primer set, con solidez con su servicio y un juego prolijo desde la base, ahora con el plus de buenas subidas a la red. Incluso contó con otra posibilidad de rotura en el séptimo juego. La definición, entonces, en el 6-4.

La historia comenzó a virar un poco en el segundo set. Murray se hizo fuerte desde el servicio (80% de aciertos con el primero) y encontró algunas respuestas desde la devolución. Tuvo chances de break en el primer juego y en el sexto, pero finalmente el golpe llegó en el momento decisivo, en el 5-6.

Murray sacó crédito recién en el duodécimo game de lo bien que había trabajado en el parcial, con, también, un poco de colaboración de Raonic, que perdió algo de precisión y llegó a cometer 20 errores no forzados. La historia, igualada.

El servicio marcó el pulso del tercer set, sobre todo en el comienzo: en los primeros cinco games no hubo puntos desde la devolución. Raonic se mostró más peligroso y preciso (bajó considerablemente la cantidad de errores) que Murray y empezó a dar señales. Tuvo dos 0-30 desde el resto en el 4-4 y 5-5,game en el que incluso tuvo el único punto de quiebre del parcial. La diferencia, en el desempate: 7-4.

Movimiento inesperado en el inicio del cuarto. Raonic pidió trainer por una dolencia en una pierna y se dirigió al vestuario por unos minutos. En su vuelta, algunos problemas para desplazarse. Cansancio o molestia. Lo cierto, Murray aprovechó, aunque con algunas dudas.

El escocés quebró para el 4-3 y se puso 40-15 con su saque: falló dos derechas (una fácil en ataque) y un revés. Punto de quiebre y nervios. Pero reacción a tiempo para el 5-3. Luego, set point con la devolución. Cambiante y con imprecisiones. No pudo ahí el N°2 del mundo, que tuvo que esperar al turno de su servicio. ¿Sencillo? No, también tuvo que levantar un 15-40. Definición en el quinto set.

Ahí no hubo más resistencia del lado del canadiense. Todo se desmoronó en el primer game, tras una doble falta y quiebre. Su raqueta fue víctima de su enojo. Poco después, otra rotura y chance del 5-0. Murray no lo pudo cerrar en este instante, pero sí unos minutos después con su servicio: 6-2 y boleto a la final de Australia en un año especial. Su mujer está en Gran Bretaña con fecha de parto para dentro de unos días. Si el proceso se adelanta y la internan para el nacimiento de su primer hijo, el escocés dejará el torneo. ESPN Tenis