Las economías centroamericanas y de República Dominicana disfrutan de unas buenas perspectivas económicas en 2016, con un crecimiento regional estimado del 4,1 %, alentado por la sólida actividad en EE.UU. y la menor factura energética fruto de los bajos precios del crudo, apunta un reporte macroeconómico regional presentado por el BID.
Gina Montiel, gerente del departamento para Centroamérica, México, Panamá y la República Dominicana del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y coordinadora del reporte, subrayó que "el aumento de los ingresos por las remesas", en su mayoría procedentes de EE.UU., también ayudará a consolidar la mejoría.
Esto contrasta con el sombrío panorama de América Latina que, en su conjunto, se prevé que cierre 2016 con una contracción del 0,3 %, en su segundo año consecutivo de recesión.
Frente a esto, Montiel señaló que aunque hay diferencias entre los distintos países de Centroamérica, en todos se espera que haya un repunte y "reflejarán un dinamismo mayor al de América Latina en su conjunto".
En Panamá y República Dominicana se estima que el crecimiento superará el 6 %, mientras que El Salvador alcanzará una tasa menor, del 2,5 %, en cualquier caso superior a la alcanzada en los últimos cinco años.
Otro indicador clave, agregó el reporte, es la estabilidad de precios registrada, que cerró con una tasa promedio interanual de 1,9 % en 2015, como resultado de políticas monetarias prudentes y de los menores precios de las materias primas.
Pese al positivo horizonte a corto plazo, el reporte destaca persistentes debilidades que erosionan la capacidad de mejora de competitividad en Centroamérica, como son los altos costos de la electricidad.
El promedio por energía industrial es de 18,2 centavos de dólar por kilovatio hora (kWh) consumido, mientras que en el resto de Latinoamérica es de 15,6 centavos y en Estados Unidos es de 7,1 centavos.
Otra desventaja significativa es el "deficiente desempeño logístico" y la ineficaz gestión fronteriza, algo que eleva sustancialmente los costos de transporte a través de la región y reduce la predictibilidad de los flujos comerciales.
Si se encaran estos obstáculos, la región podrá incrementar la velocidad promedio de circulación de mercancías de 17 a 60 kilómetros por hora, lo que le permitiría incrementar el PIB regional hasta en tres puntos porcentuales, señaló el reporte.
Este documento se da a conocer como preámbulo de la reunión anual de Ministros de Finanzas de la región, que se realizará el próximo lunes en la sede del BID en Washington, para abordar los principales temas económicos regionales.