El Barcelona derrotó por 3-1 al Arsenal y disputará los cuartos de final de la Champions por novena temporada consecutiva, después de hacer bueno en el Camp Nou el 0-2 conseguido en Londres.
Principio y final, Leo Messi abrió la eliminatoria con sus dos goles en el Emirates y la cerró con el 3-1 del Camp Nou, para convertir su noveno gol en seis duelos contra el Arsenal, de quien se ha convertido en su peor pesadilla junto a este Barcelona cazador de records y que ya suma 38 partidos sin conocer la derrota.
El campeón no precisó de mostrar su mejor versión y apretado por un Arsenal tan sobrado de coraje como alejado de la lógica, rebajó el nivel de excelencia al mínimo exigible. Se trataba de pasar. Y se pasó. Se trataba de seguir invicto. Y se hizo.
Wenger, quien apenas recordaba un empate como buen resultado en un Camp Nou que le ha expulsado ya tres veces de la Champions, avisó en la previa que solo tenía su equipo una orden: atacar. Y lo hizo, tanto como pudo con la mejor de sus intenciones, presionando y buscando al Barça.