República Dominicana.-“La mayor parte de la planta industrial nacional es hija de leyes de protección arancelaria y no arancelaria, pero ante la apertura comercial los industriales han tenido que reinventarse y transformar sus empresas para sobrevivir a la avalancha de productos importados que siguió a continuación y el sector también se ha visto en la obligación de enfrentar el reto de convertirse en exportadores”.
La explicación la ofreció Julio Brache Arzeno, al participar como orador invitado en el Almuerzo Aniversario organizado por la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), al que asistieron el presidente Danilo Medina, la vicepresidenta Margarita Cedeño, jueces y funcionarios.
Expresó que la caída del valor del peso ha llevado a las empresas dominicanas a enfrentar la devaluación por la vía del aumento de los precios, lo cual ha costado también numerosas mortificaciones a nuestras autoridades monetarias desde el 1966 hasta la fecha.
Brache Arzeno dijo que la lección para el sector industrial es clara: hay que producir dólares, hay que convertirse en exportadores. “Muchos empresarios han descubierto que exportar ayuda a enfrentar la devaluación y protege de la inflación. Creemos que la lección es clara: hay que producir dólares”, afirmó y dijo que el Estado también lo ve así.
“Conviene al Estado que la República Dominicana amplíe sus exportaciones. Esta debería ser la gran meta nacional: que la economía nacional sea una economía fundamentalmente exportadora”, señaló.
Consideró que los industriales están haciendo su parte y, dirigiéndose al Presidente Danilo Medina, indicó “necesitamos, señor Presidente, de mayor apoyo estatal para reconvertir la economía y la industria nacional, y hacer que de importadores netos nos convirtamos en una nación de exportadores”.
Además del reto de la apertura de los mercados y el reto exportador, Brache Arzeno tocó otros tres retos: el generacional y tecnológico; la gobernanza corporativa, y el marco institucional.
Sobre el reto del marco institucional, Brache Arzeno expresó que para que una política industrial sea eficaz debe tener un marco institucional fuerte y estable que brinde seguridad jurídica a las inversiones y que facilite el crecimiento de la industria dominicana.
“Ese marco institucional es una responsabilidad fundamental de los gobiernos y debe ser apoyado con propuestas y planteamientos del sector privado”, enfatizó.
Explicó que el Estado no es el principal jugador en los negocios, pero es quien define con claridad las condiciones y reglas de juego al interior del país y quien negocia, en nombre del país y de sus sectores productivos, las reglas que tienen que ver con la competencia internacional.
“Sin el apoyo de los gobiernos la reindustrialización a la que aspiramos es imposible. Son los gobiernos los que pueden disminuir las trabas burocráticas que entorpecen muchos procesos de la industria. Es desde los gobiernos que se pueden tomar medidas para abaratar el financiamiento y fortalecer los incentivos a la investigación y al desarrollo. Es desde los gobiernos desde donde se pueden tomar iniciativas como reducir los impuestos a los combustibles tradicionales o incentivar aún más el uso de energía y combustibles alternativos”, enfatizó el industrial.
De su lado, el presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Campos De Moya Fernández, consideró que en el país los más diversos sectores económicos, políticos y sociales han dado muestra de que tienen como valor la cultura del diálogo, el tratar de encontrar siempre coincidencias, de lo cual debemos sentirnos orgullosos.
“Dialogar en forma constructiva con la sociedad requiere estar dispuestos no solo a escuchar, sino también a expresar nuestras posiciones de forma clara, respetuosa, honesta y transparente”, expresó y aseguró que en la AIRD se ha trabajado fuertemente en esa dirección.
Reconoció que las actuales autoridades han mostrado siempre disposición al diálogo y valoración de los aportes del empresariado. “Estamos convencidos de que nos encontramos en el mejor momento para construir juntos las soluciones a los problemas fundamentales de nuestra sociedad”, afirmó.
“Quiero hacer una invitación a todos los presentes para que la ruta del diálogo que hemos construido juntos y que el gobierno ha propiciado, arroje sus frutos cuanto antes y que sin prejuicios y estigmas podamos construir mayores y mejores oportunidades de desarrollo y bienestar para los dominicanos”, enfatizó.
Como muestra de esa cultura, De Moya invitó al Presidente a entregar juntos el reconocimiento a cuatro personas que la AIRD considera que ejemplifican y motorizan el diálogo público y privado en el país: Monseñor Agripino Núñez Collado, Andrés Navarro, Magdalena Lizardo y a César Dargam.