El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió este martes un 1,66 % y cerró en 53,90 dólares el barril, el precio más alto en cerca de dos años, días antes de que entre en vigor un recorte de la producción de crudo anunciado por la OPEP.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI para entrega en febrero subieron 0,88 dólares respecto al cierre de la última sesión.
Se trata del un nuevo máximo anual en el precio del WTI y el segundo consecutivo. De hecho, el crudo de Texas no había estado con ese valor desde fines de 2014, cuando comenzaron a desplomarse los precios del crudo por el exceso de oferta en el mercado.
El nivel de cierre es más del doble del mínimo anual, registrado el 11 de febrero pasado, de 26,21 dólares el barril, y así el crudo de Texas acumula una ganancia del 45 % en su valor desde el cierre del año pasado.
Los analistas atribuyeron el alza a las esperanzas que generan los recortes en la producción de crudo que comenzará a aplicar la OPEP desde el primero de enero y que fueron acordados en la reunión ministerial del 30 de noviembre pasado.
Por su parte, los contratos de gasolina para entrega en enero, que se siguen tomando como referencia, subieron casi 3 centavos hasta 1,65 dólares el galón y los de gas natural avanzaron 10 centavos hasta 3,76 dólares por cada mil pies cúbicos.