No será una semana más, esta que pasó, en la carrera de Horacio Zeballos. Llegó a su primera semifinal de un ATP 500 y se dio el lujo de jugar durante más de una hora y media mano a mano con Rafael Nadal, el mejor tenista de la historia en esta superficie.
Fue 6-3 y 6-4 para el español, pero el marplatense dio la talla y le dio un buen cierre a una de sus mejores participaciones en el circuito.
La final tendrá, entonces, al hombre que todos querían ver: a Rafa Nadal, que buscará su décimo título en este torneo frente al austríaco Dominic Thiem, verdugo del número uno del mundo, Andy Murray, en la otra semifinal (6-2, 3-6 y 6-4) .
Rafa se puso 5-2 casi en un pestañeo gracias al quiebre de saque en el cuarto game que le dio ventaja de 3-1, y a una buena efectividad con su servicio. Hasta ese momento, en cuatro games de saque había perdido apenas uno sobre 17 puntos (10/11 con el primer servicio y 6/6 con el segundo).
Tuvo una oportunidad Zeballos para volver al set, cuando un passing paralelo de revés agarró a Rafa camino a la red y encontró un hueco para estampar el 15-40.
Rafa zafó de ese momento incómodo, pero en el 40 iguales dejó una derecha en la red y le dio una nueva oportunidad al marplatense.
Entonces aparecieron tres muy buenos primeros saques que solucionaron todo y le dieron al español la tranquilidad de comenzar set arriba (6-3).
Zeballos tuvo una nueva oportunidad de quebrar en el segundo set. El español sacaba 1-2 y 15-30, cuando jugó un revés con mucho ángulo y al fleje que exigió al argentino. Cebolla llegó con lo justo y jugó una pelota bien alta que le permitió acomodarse.
Cuando vino el smash de su rival, metió una devolución paralela de revés que dejó a Nadal sin reacción y levantó la ovación del público. Con datos de Clarin