Santo Domingo, RD. Al celebrarse este domingo el Día de las Madres, el Despacho de la Primera Dama hace llegar a todas las madres dominicanas su más profundo respeto, admiración y reconocimiento por el papel que juegan en la construcción de un mejor destino para sus hijos e hijas y para toda la sociedad.
Desde el despertar del día hasta el final de la noche, las madres dominicanas prodigan sus esfuerzos al bienestar presente y futuro de sus hijos e hijas. En conseguirlo ponen todo su empeño, conscientes de su responsabilidad moral y social frente al núcleo familiar.
Con mayor frecuencia que la deseada sin el apoyo paterno, las madres son siempre custodias de los valores que dan sentido a la vida familiar y social. En un mundo tan atravesado por conflictos de todo tipo, son también, como dijera el papa Francisco, “el antídoto más fuerte ante nuestras tendencias individualistas y egoístas, ante nuestros encierros y apatías”.
Con ellas, y con todas las mujeres, la sociedad tiene a su vez una deuda de justicia. Pagarla significa asegurarles el lugar que les corresponde como personas con derechos iguales e inalienables. Significa hacer paritaria con la del hombre su condición social, económica y política. Y significa también crear los mecanismos que terminen con la violencia contra ellas y la familia objeto de sus desvelos.
En este Día de las Madres, el Despacho de la Primera Dama exhorta a los hombres y mujeres del país a poner oídos al Santo Padre, para quien “sería necesario comprender más su lucha cotidiana para ser eficientes en el trabajo y atentas y afectuosas en familia; sería necesario entender mejor a qué aspiran para expresar los frutos mejores y auténticos de su emancipación”.
Honremos a las madres convirtiendo nuestras palabras en actos de verdadero amor y de justicia.