Un inspector de la policía científica de Venezuela, identificado como Oscar Pérez, sobrevoló este martes la sede del Tribunal Supremo en Caracas en un helicóptero de ese cuerpo de seguridad con un mensaje por la “libertad” del país y más tarde pidió a través de un vídeo la renuncia del presidente, Nicolás Maduro.
En el momento en que el helicóptero sobrevoló la sede del Supremo se escucharon algunas detonaciones, según testimonios de los habitantes de la zona publicados en las redes sociales.
El agente del cuerpo de investigaciones científicas (CICPC) fue fotografiado junto a otros uniformados a bordo de la aeronave con una pequeña pancarta en la que se leía “350 libertad” en alusión al artículo de la Constitución que llama a desconocer “cualquier régimen” que contraríe las garantías democráticas.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció que desde un helicóptero policial se lanzaron dos granadas contra la sede de la máxima corte en Caracas, como parte de lo que consideró un “ataque terrorista”.
“La Fuerza Armada toda la he activado para defender la tranquilidad. Más temprano que tarde vamos a capturar el helicóptero y a los que han realizado este ataque terrorista”, señaló el mandatario durante un acto por el Día del Periodista en el palacio presidencial de Miraflores.
El incidente ocurrió en momentos que Maduro hablaba en vivo en la televisión estatal a periodistas progubernamentales reunidos en el palacio presidencial.
Nicolás Maduro dijo que un helicóptero disparó contra el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela en un confuso incidente que, asegura, sería parte de una conspiración para desestabilizar su gobierno socialista.
Mientras se producía el sobrevuelo se difundió a través de la cuenta en Instagram de Pérez un vídeo en el que se le observa leyendo un escrito y dando la cara, acompañado de otros cuatro uniformados encapuchados, en el que pide a los venezolanos ir “a cada base militar” del país.
Las inmediaciones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el oeste de Caracas fueron resguardadas con cordones policiales.
Maduro denunció un supuesto complot para dar un golpe de Estado y desencadenar una intervención norteamericana, y dijo que “si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia y fuera destruida la revolución bolivariana, nosotros iríamos al combate (…) y lo que no se pudo con los votos, lo tomaríamos con las armas”.
Esta situación se produce en el marco de una ola de protestas a favor y en contra del gobierno que se inició el pasado 1 de abril, algunas de las cuales se han tornado violentas y han dejado 76 muertos, y más de mil heridos, según la Fiscalía.