Quizás lo hubieran tenido más fácil si el año pasado no hubiesen reculado en su intención de fichar a Blake Griffin tan pronto como éste se convirtiera en agente libre.
Pero la salida de Kevin Durant les noqueó, y no pudieron evitar el impulso de ofrecerle algo a Westbrook con lo que compensar. Y de ahí salieron las extensiones de contrato de Steve Adams y Victor Oladipo.
Lastre del pasado
De haber evitado firmar ambas, los Oklahoma City Thunder contarían ahora con un extra de 22,5 millones de flexibilidad salarial, además de que mantendrían los Derechos Birds de escolta y ala-pívot a pesar de que estos se convirtieran en agentes libres este verano.
Con algunos despidos más —Enes Kanter, Kyle Singler y Doug McDermott o Domantas Sabonis (uno de los dos)— habrían podido ofrecerle el máximo a Blake; y gracias a los Derechos Bird podrían haber mantenido a Kanter o/y Oladipo superando el límite salarial.
No habiendo sido así, la cosa se complica. Ya de partida porque, tras la marcha inusitada de Chris Paul, los esfuerzos de los Clippers se centrarán ahora en retener a Griffin, y ellos partirán siempre con la ventaja contractual.
El sign-and-trade también sería una obra de ingeniería, porque el mero trueque por Adams no bastaría para cuadrar salarios si Griffin firmara por el máximo (harían falta más piezas) y tampoco queda claro que en L.A. quisieran a Adams cuando todavía no está claro que pasará con el tercer pilar de su ofensiva, DeAndre Jordan.
Rivales
Así pues, OKC irá a por él, pero no son los únicos. Los Clippers, como ya hemos indicado, mantienen la sartén por el mango.
El tercero en discordia que se sumaría serían los Denver Nuggets, según fuentes de Royce Young, de ESPN. Los de Colorado están haciendo lo imposible por lograr un ‘4’ de primer nivel y deshacerse de un estancado Kenneh Faried.
El otro es Kevin Love, totalmente distinto en perfil y prestaciones a Blake, pero igual de capaz de ser todo un impulso en una franquicia si recibe los galones necesarios. El detalle: Griffin es nacido en Oklahoma. Y el hogar, siempre es el hogar. Mundo Deportivo