Wimbledon ya tiene a sus finalistas para el domingo. Roger Federer, el gran favorito de la mayoría, ratificó en estas dos semanas su condición de candidato al octavo título en La Catedral y así aumentar su récord histórico a 19 Majors.
El suizo venció al checo Tomas Berdych por 7-6 (4), 7-6 (4) y 6-4 y definirá el torneo más tradicional del mundo contra el croata Marin Cilic, quien superó al estadounidense Sam Querrey por 6-7 (6), 6-4, 7-6 (3) y 7-5.
Dueño de siete títulos en Wimbledon, Federer busca superar en el listado general en Londres al estadounidense Pete Sampras y llegar a ocho.
"Es mi número favorito. Sería una gran alegría para mi familia, mi equipo de trabajo, mi país, mis fans", dijo el suizo, quien quiere mejorar su récord y obtener 19 coronas de Grand Slam.
En su marca top de 12 semifinales en este Major, con esta victoria alcanzó otra marca inigualable en el All England, de 11 finales.
Federer, en gran forma, con lujos y todo, se metió en el choque final tras sumar seis triunfos sin ceder un set. Es la primera vez que lo logra en Wimbledon desde 2008, mientras que en un Major lo había conseguido en el US Open 2015.
Así, a menos de un mes de cumplir 36 años, sigue haciendo historia el actual Nº5 del mundo, dueño de la marca máxima de tiempo en la cima del ranking ATP.
En un cruce duro, el helvético pudo sacar diferencias, exiguas pero claras, en los momentos más importantes. Un ejemplo cabal lo fueron ambos tie breaks, siendo agresivo desde la base, sacando muy bien, sobre todo cuando debió levantar chances de quiebre por parte de Berdych o bien cerrar un juego complicado. Por eso, en especial, fue el merecido ganador.
En dos horas y 18 minutos, Federer volvió a escribir historia grande, ya que fue campeón en enero pasado en el Abierto de Australia y ahora quiere otra proeza en Wimbledon, con su sello.
Ante el checo, se llevó el 84% de los puntos con el primer saque y 53 tiros ganadores, frente a 31 de su adversario. Y fue letal cuando hizo falta, resultando letal para las aspiraciones de Berdych (15º; ex-Top 10). Ahora el duelo entre ambos lo lidera el suizo por 19-6.
En la gran final, entonces, Federer jugará con Cilic (6º), quien ganó el US Open 2014, cuando en su camino eliminó justamente al suizo en semi.
Esta vez, el croata supo revertir la pérdida del set inicial y enderezar el rumbo contra un duro sacador como Querrey (28º), quien quería meterse en su primera definición en un Grand Slam y la primera para un estadounidense desde Andy Roddick en Londres, en 2009.
Le costó mayor tiempo, exactamente dos horas y 56 minutos, para avanzar a Cilic por segunda ocasión a una final de Grand Slam.
El ganador fue imponente con su servicio, al punto de conectar 25 aces, contra sólo 13 del norteamericano. Además, el europeo obtuvo el 88% de lo que jugó con el primer saque y metió 70 winners, ante apenas 46 de su oponente. Por eso, por ser mejor cuando lo necesitó, y con el sostén de su servicio, avanzó a la gran final.
Para Cilic fue un festejo con un desahogo grande, ya que sabe del valor de estar nada menos que en la final de Wimbledon. Más tarde, observó y vio cómo Federer también ganó y será su último rival.
Sin dudas, todas las miradas apuntan al suizo, que irá por otra página de gloria en su genial carrera. De hecho, ahora es el finalista de mayor edad en un Grand Slam desde que lo hizo Ken Rosewall, con 39, en el US Open de 1974. Y quiere más todavía, porque jamás se conforma. Fiel a su estilo ganador. Con datos de ESPN Tenis