República Dominicana.-El Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) presentó su Plan de Ordenamiento Territorial para ese territorio, al que denominó “Pot Capital 2030”.
El alcalde David Collado encabezó el acto celebrado en un hotel de la capital junto al director de Planeamiento Urbano del ADN, Amín Abel Santos, y con la participación de otros del cabildo.
La apertura estuvo a cargo de Robert Copley, en representación de la Embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo, quien dio paso al discurso central a cargo de David Collado.
La presentación del “Proceso Formulación del POT Capital ADN/ICMA/USAID/FEDOMU, lo realizó Indhira de Jesús, directora del Programa de Planificación para la Adaptación Asociación Internacional de Gestión de Ciudades y Municipios (ICMA, por sus siglas en inglés)
Mientras que Amin Abel tuvo a su cargo la presentación del “Documento Preliminar Plan de Ordenamiento Territorial del Distrito Nacional, POT Capital y proceso de socialización”.
El arquitecto destacó la importancia del Ordenamiento Territorial y el Planeamiento Urbano en la sostenibilidad de la ciudad.
“Cabe destacar la importancia del ordenamiento territorial para el buen funcionamiento de las actividades económicas y sociales así como la necesidad de que el desarrollo se alcance de manera sostenible, con ciudades resilientes”, dijo Abel Santos.
Un plan eficaz de ordenamiento territorial debe tomar en cuenta las condicionantes climáticas actuales y futuras al momento de delimitar el uso del suelo, las alturas, la densidad y el suelo a proteger, fortaleciendo la infraestructura verde de la ciudad, agregó.
La intención de elaborar este plan, dijo, busca que este sea la herramienta base para disminuir los efectos de eventos climáticos extremos, y generar los mecanismos para responder y reaccionar ante los mismos, propiciando un desarrollo sostenible que fortalezca los usos adecuado del suelo, la ubicación de las actividades económicas y sociales para la competitividad de la ciudad.
El funcionario edilicio explicó que el Distrito Nacional rige la vida económica y política del país, y además funge como sede administrativa, concentrando la mayor parte de las inversiones, servicios y recursos económicos, humanos y técnicos.
Pero a su vez, el Distrito Nacional es particularmente vulnerable a eventos meteorológicos extremos y a las inundaciones, sostuvo.
“Esta situación confiere al Distrito Nacional una doble responsabilidad. Por una parte, el manejo apropiado del riesgo climático en su territorio es esencial para garantizar la seguridad de la ciudadanía además de que los daños a las infraestructuras o las interrupciones de servicios en la capital tienen una repercusión nacional”, explicó Abel Santos.
Por otra parte, el Distrito Nacional es un referente como eje articulador de procesos de urbanización en los restantes territorios, por lo que debe serlo igualmente en enfoques sostenibles de ordenamiento territorial y resiliencia, dijo.
El rol de Santo Domingo como centro de actividades a nivel metropolitano, que recibe tanta población como la que habita en su territorio, requiere de la definición de escalas para atender los servicios de la población que habita como la utiliza este territorio para satisfacer sus necesidades. , consideró.
El director de Planeamiento Urbano aseguró que la vulnerabilidad del Distrito Nacional se ve incrementada debido a que muchos lugares expuestos a inundaciones, y que son particularmente sensibles debido a su alta densidad, baja calidad de las construcciones, bajos niveles de ingresos y falta de servicios, están en mayor riesgo ante aumentos futuros en la intensidad de las tormentas.
Por ejemplo, dijo, los asentamientos formales e informales en las Circunscripciones 2 y 3, ya están experimentando inundaciones y deslizamientos de tierra y pueden seguir enfrentando estos impactos con el aumento de la intensidad de las precipitaciones extremas durante huracanes y tormentas, como hemos visto durante la actual temporada ciclónica.
Asimismo el uso de las cañadas que desembocan los ríos Ozama e Isabela como corredores de tránsito, alcantarillado sanitario y vertederos de residuos sólidos, aparte de contaminar dichos cursos fluviales, obstruyen el drenaje natural y aumentan la probabilidad y gravedad de las inundaciones, insistió.