SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La sobre población estudiantil en la Escuela Básica Rosario Evangelina Solano, donde mil 600 estudiantes tienen que acomodarse en 16 aulas ha obligado a la dirección de ese centro educativo a dividir en tres tandas los horarios de clases. Mientras que en la Escuela Concepción Bona, aunque han llegado a la digitalización de la educación, no cuenta con profesores de informática.
La construcción de nuevas aulas constituye parte importante de la Revolución Educativa que promueve el presidente Danilo Medina, sin embargo la falta de espacio físico en la Escuela Básica Rosario Evangelina, en Hato Nuevo, Santo Domingo Oeste, donde mil 600 estudiantes tienen que acomodarse como puedan en 16 aulas, ha obligado a la dirección de ese centro a dividir en tres los horarios de clases.
Además de la inestabilidad que provoca la variación de horario en los estudiantes de la Escuela Rosario Evangelina, que hace 4 años esperan la terminación de 8 aulas más, los alumnos que salen del último turno han sido víctimas de asaltos en la zona.
Mientras, en el mismo sector, la escuela básica Concepción Bona, aunque con menos problemas, también enfrenta dificultades. Pues, pese a que la digitalización de la educación ha llegado a ese plantel, que cuenta con cámaras de vigilancia y un moderno laboratorio de informática, no hay profesores de esa asignatura.
Aunque la escuela, inaugurada en 2014 fue incluida en la modalidad tanda extendida, las primeras 4 horas de clases son suficientes para impartir las materias básicas, el tiempo restante es utilizado para talleres y otras actividades.
El centro educativo, que además cuenta con una biblioteca y un salón multiusos que fue convertido en aulas, también tiene una cancha en desuso desde hace varios meses por la falta de un profesor de Educación Física.