TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Con motivo de haberse conmemorado este viernes el 205 aniversario del natalicio del patricio Juan Pablo Duarte, la embajada dominicana en Honduras realizó un emotivo acto en el cual se depositó una ofrenda floral ante su estatua, y en el cual participaron decenas de embajadores acreditados en ese país centroamericano.
En la actividad patriótica organizada por la legación diplomática habló el embajador dominicano, Marino Berigüete, quien resaltó el valor demostrado por Duarte durante toda su vida, proeza con la cual el prócer dejó como herencia la nacionalidad dominicana.
“Juan Pablo Duarte fue un hombre con ideales firmes; un hombre que sacrificó su familia, su tiempo, su bienestar, para construir la patria que hoy los dominicanos tenemos, y que orgullosamente podemos decir que somos dominicanos”, enfatizó el jefe de la diplomacia nacional en Honduras.
“Somos una patria pequeña en tamaño, pero una patria digna, que ha dado hombres que han seguido los principios del fundador de nuestra dominicanidad”, dijo Berigüete en su discurso ante la estatua de Duarte ubicada en el centro de la ciudad de Tegucigalpa, y en donde estaban enhestadas tanto la bandera hondureña como la dominicana.
“Jamás, jamás, la patria de Juan Pablo Duarte; jamás la patria de Francisco del Rosario Sánchez, la patria de Ramón Matías Mella, jamás perecerá en las manos del actual presidente de la República, licenciado Danilo Medina Sánchez, pues tanto el mandatario como cada uno de los dominicanos somos guardianes de nuestra patria”, destacó el embajador dominicano en Honduras.
La actividad en tributo al patricio en su duocentésimo quinto aniversario de su natalicio asistieron tanto personalidades de la vida social hondureña, como dominicanos residentes en ese país.
Este viernes se celebró en República Dominicana el natalicio de Duarte, quien nació un 26 de enero del año 1813. Juan Pablo Duarte fue el fundador de la sociedad secreta La Trinitaria, la cual sirvió de portaestandarte de las ideas libertarias y de independencia de los dominicanos.
Luego de toda una vida dedicada en cuerpo y alma al proyecto independentista, El Padre de la Patria le sorprende la muerte en Caracas, Venezuela el 15 de julo de 1876.