BOSTON (AGENCIAS).- El alero Paul Pierce fue inmortalizado por Celtics de Boston, al elevar su camiseta y número ‘34’ en lo más alto del techo del TD Garden arena, en el reconocimiento más grande que puede recibir un jugador de su club, en la NBA.
Los Celtics han retirado el dorsal número 34 en honor a Paul Pierce en una emotiva ceremonia de una hora de duración celebrada al poco de terminar el partido que Boston y Cleveland han disputado en la jornada del domingo.
Con discursos de personajes importantes en la franquicia verde como Danny Ainge o Doc Rivers y la presencia de otros que ya forman parte de la mitología Celtic como puedan ser Rajon Rondo o Kevin Garnett —no Ray Allen, ausente jugando al golf—, Paul Pierce ha disfrutado de una noche como deseaba, con los focos puestos en él para honrar su trayectoria como jugador de Boston, ciudad en la que pasó 15 de las 19 temporadas que disputó a lo largo de su carrera.
Pierce disputó un total de 19 temporadas en la NBA, resultando campeón en 2008, año en el que también fue elegido MVP de las Finales. Con un bagaje de 10 elecciones al All-Star en sus espaldas, es el segundo máximo anotador de la historia de los Celtics por detrás de John Havlicek y actualmente es el 15º máximo anotador de la historia de la Liga. Los promedios de su carrera son de 21,8 puntos y 6 rebotes.
El número de Pierce se unió al que en alguna ocasión vistieron jugadores de la calidad de Bill Russell, Larry Bird y John Havlicek, cuyas camisetas ya cuelgan sobre el campo de juego.
El apodado “The Truth” (La Verdad) se sobrepuso a una infancia terrible y encontró en el baloncesto el mejor caudal para su vida, en la cual se sobrepuso casi hasta la muerte, como aquel 25 de septiembre de 2000, cuando recibió 11 puñaladas.
“¿No me han dado en el brazo, ¿verdad?, preguntó cuando llegó al hospital y efectivamente no fue herido en esa parte de su cuerpo y de esta forma llegó a ser seleccionado 10 veces para el Juego de Estrellas de la NBA y, luego de jugar en Nets de Brooklyn, fue recibido con una larga y estruendosa ovación por su público.
“Todos los días cuando entro a las instalaciones de entrenamiento y veo esos números, son momentos inspiradores”, admitió Pierce con emoción. “Cada vez que las veía decía: ‘Un día yo también quiero estar allí arriba’”.
Pierce indicó que siempre quiso estar el tiempo suficiente con los Celtics, porque los números retirados de los jugadores convertidos en leyenda “para mí siempre fueron un ejemplo a seguir”.
“Yo pensaba ¿cómo estar a la altura de estos tipos como Kevin McHale, Bird, Robert Parish… Es genial tener esos números colgando sobre tu cabeza, son un ejemplo por lo que estás tratando de luchar. Para mí ser mencionado y estar del lado de esos tipos es un gran honor”.
Pierce espera que la próxima generación de los Celtics se inspire mirando su número allá arriba.
“Me gustaría que los jugadores más jóvenes entiendan que usan este uniforme no por el nombre en la espalda, sino porque se trata del orgullo de pertenecer a los Celtics”, subrayó Pierce.
El sábado por la noche en una ceremonia que brindó la franquicia a Pierce en el hotel Four Seasons, en Boston, Parish lo calificó como “el jugador de los Celtis más ofensivo de la historia”.
Agrega que “Paul fue más creativo. Era mejor anotador que Larry (Bird) y John Havlicek. Creo que Larry, John Havlicek y Paul fueron los mejores jugadores ofensivos que han tenido los Celtics. Creo que Paul encabeza la lista, en mi opinión”.