SAOPAULO, BRASIL.-El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se entregó este sábado a la policía después de que escenificara momentos de tensión con sus propios simpatizantes, hechos que coronaron tres días de fuertes emociones de cara al encarcelamiento del mandatario condenado por corrupción.
Pocas horas antes, Lula dijo ante miles de simpatizantes que se entregaría a la policía, pero insistió en su inocencia y en que su condena por corrupción era simplemente una manera como sus enemigos pretenden impedir que se postule y posiblemente gane de nuevo la presidencia en octubre.
Sin embargo, cuando Lula intentó marcharse para entregarse a las autoridades, decenas de partidarios bloquearon la salida donde un vehículo que lo transportaba intentaba retirarse.
“Rodeen, rodeen (el edificio) y no permitan que lo arresten”, pedían a gritos los simpatizantes. Después de unos minutos de tenso intercambio de palabras entre guardias y simpatizantes.