SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La inestabilidad en el servicio de energía eléctrica tiene con el grito al cielo a los residentes en el barrio La Esperanza, en Santo Domingo Norte.
La situación afecta a comerciantes y ciudadanos que explican que los malhechores aprovechan las horas nocturnas para cometer actos delictivos, debido a las escasas horas de luz que reciben.
Estas personas dicen tener toda su vida lidiando con el precario servicio de energía eléctrica. El costo del servicio oscila entre los 400 y 600 pesos, y como cuenta Rosa García, una ama de casa y comerciante con 20 años residiendo en la zona, con el paso del tiempo la situación no mejora.
En horas de la noche los malhechores toman ventaja de la oscuridad para asaltar a quienes regresan a sus casas.
El servicio de agua potable es también motivo de preocupación para estos ciudadanos que solo reciben el líquido una vez en la semana.