La estrella de R&B R. Kelly ha sido la razón para que el movimiento Time’s Up se adentre en la industria musical.
El intérprete del éxito “I Believe I Can Fly”, enfrenta varias denuncias de maltrato de adolescentes y mujeres jóvenes.
El movimiento inició una campaña titulada üMuteRKelly, y reclamó al sello del cantante, así como a los servicios de streaming Spotify y Apple Music que retiren sus canciones de sus plataformas. También pidieron al Greensboro Coliseum de Carolina del Norte que cancele un concierto del artista previsto allí el 11 de mayo.
“Pedimos investigaciones apropiadas de las denuncias de abusos de R. Kelly realizadas por mujeres de color y sus familias durante más de dos décadas”, dijo la sección Mujeres de Color de Time’s Up en un comunicado.
La participación del cantante en un concierto en la Universidad de Illinois en Chicago ya fue anulada luego de una campaña que circuló una petición al respecto. Kelly, nativo de Chicago, pidió perdón a sus fans por no poder presentarse ante ellos.
“Nunca escuché que un show fuese cancelado debido a rumores. Pero supongo que hay una primera vez para todo”, expresó a través de un video en su Instagram.
El también actor, de 51 años, fue absuelto en 2008 de cargos de pornografía infantil luego de que el diario Chicago Sun-Times publicase un video que supuestamente lo mostraba en actos sexuales con una menor de edad.
En abril, una mujer presentó una denuncia ante la policía de Dallas, asegurando que Kelly le contagió una enfermedad de transmisión sexual a sabiendas durante una relación que comenzó cuando ella tenía 19 años.
El año pasado, BuzzFeed News informó que Kelly mantenía a seis mujeres prácticamente como esclavas, con poder sobre la ropa que vestían, lo que comían y sus encuentros sexuales, al parecer filmados.
Kelly ha negado todas las acusaciones en su contra. El año pasado dijo que estaba “alarmado y perturbado” por las informaciones sobre su presunta secta sexual.