NUEVA ORLEANS (nbamaniacs.com).-La esperanza de poder ver una serie larga entre Warriors y Pelicans parece haberse esfumado en su totalidad. Golden State ha dado un paso de gigante de cara a clasificarse a las Finales de Conferencia tras ganar en New Orleans por 92 a 118 y colocarse en la serie con una ventaja de 3 a 1.
El conjunto de Steve Kerr salió a la pista con una intensidad defensiva que no se había visto en encuentros anteriores y los Pelicans lo pagaron con creces. Tras promediar 112 puntos por partido en los tres choques anteriores, los hombres de Alvin Gentry no fueron capaces de anotar con consistencia y fueron todo el encuentro a remolque, sin liderar el marcador ni un solo instante.
Si bien en los minutos antes del descanso New Orleans apretó y con un parcial de 9-0 logró ponerse a 4 puntos de diferencia en el minuto 23, la segunda parte resultó en un monólogo de los Warriors tanto en ataque como en defensa. Fue a partir de entonces cuando los aficionados que poblaban el pabellón se dieron cuenta que esa no era la noche de su equipo y el ambiente pasó a ser frío como de un partido de Temporada Regular en enero. Un anticlimax.
Una noche aciaga en los lanzamientos
Los Pelicans se quedaron en unos pobres 32 de 88 en tiros de campo (36,4%) y 4 de 26 en triples (15,4%) además de perder 19 balones, incapaces por tanto de poner en duda el triunfo visitante. Anthony Davis con 26 puntos, 12 rebotes y 6 pérdidas fue el más destacado de NOLA, con E’Twaun Moore aportando 20 puntos y Jrue Holiday 19 tantos y 7 rebotes. Rajon Rondo apenas logró 6 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias (2 de 10) y Nikola Mirotic 7 puntos y 11 rebotes (1 de 7).
Durant como ejecutor
A los Warriors les bastó con su serio partido en defensa y su habitual buen hacer en ataque. Stephen Curry funcionó a ráfagas con 23 puntos en 32 minutos y Klay Thompson alcanzó los 13 tantos, pero fue Kevin Durant quien destacó por encima de todos los hombres que pisaron la pista.
El MVP de las Finales de 2017 deslumbró con sus 38 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias con una serie de 15 de 27 en los tiros, un rival imparable para todos los defensores que trataron, en vano, de hacer de su noche una pesadilla.
Siguen los cambios
De nuevo Steve Kerr movió su quinteto titular. Draymond Green partió de inicio como pívot, con Andre Iguodala como alero y JaVale McGee volviendo al banquillo. El entrenador de los Warriors no ha dudado en probar diferentes combinaciones de jugadores en los presentes playoffs en lo que parece que sigue siendo una preparación para la gran serie a la que deberán enfrentarse en mayo si se cumplen los pronósticos.
Si los Warriors son capaces de liquidar a New Orleans en el Oracle Arena el próximo martes en el quinto partido, las miradas de los californianos se pondrán definitivamente en las Finales del Oeste, una eliminatoria que podría poner realmente a prueba la capacidad del conjunto de Oakland.