LA HABANA, CUBA.-Un avión comercial que cubría una ruta interna de La Habana a Holguín, en el este de Cuba, se estrelló este viernes justo después de haber despegado del aeropuerto José Martí CON 104 pasajeros y 9 miembros de la tripulación que iban a bordo del aparato. Los heridos están en estado crítico y han sido hospitalizados.
La aeronave, un Boeing 737, fue envuelto por un gran fuego y los bomberos trabajaron duro para sofocar las llamas.
Durante las primeras horas, en las inmediaciones del aeropuerto se observaba una intensa columna de humo y numerosas dotaciones de bomberos, policía y asistencia médica se dirigieron a la zona.
El vuelo CU972 estaba operado por Cubana de Aviación, la aerolínea estatal del país caribeño, que había alquilado el Boeing 737-200 a la compañía mexicana Global Air, según la directora de Transporte Aéreo de Cuba, Mercedes Vázquez citada por la agencia estatal Prensa Latina.
Según la televisión estatal cubana, la aeronave se precipitó a tierra entre las localidades de Boyeros y Santiago de las Vegas.
Según el relato de un testigo, el avión despegó, pero cuando estaba en el aire se detuvo y después descendió en picada hasta chocar contra el suelo y escucharse una explosión.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, que se desplazó al lugar de los hechos, adelantó que las noticias sobre supervivientes “no son nada halagüeñas”. Hasta el momento se ha informado de tres mujeres supervivientes, que se encuentran en estado crítico en el Hospital Calixto García de La Habana.
“Está viva, pero muy quemada e hinchada”, dijo un pariente afligido de una de las sobrevivientes en el hospital.
El avión volaba destinado a Holguín, sede de algunas de las playas más prístinas de la isla y gran atracción turística. Aún no se han divulgado detalles sobre la nacionalidad de los pasajeros, entre los que viajaban cinco niños, uno de ellos menor de 2 años.
Actualmente la flota propia de Cubana Aviación se basa en cuatro Tupolev TU-204, uno de los aviones rusos más modernos y otros cuatro Ilyushin IL-96.
Global Air, compañía propietaria del aparato, fue fundada en 1990 en la ciudad mexicana de Guadalajara y se dedica a proveer aviones a otras operadoras de vuelo, como el caso de la aeronave accidentada.
Global Air superó hace seis meses, en noviembre de 2017, la revisión técnica realizada cada año por la Dirección General de Aeronáutica Civil de México, según las autoridades. La compañía aprobó la revisión puesto que llevaba a cabo “la aplicación de los servicios de mantenimiento conforme al programa de mantenimiento del fabricante”.
De acuerdo con la institución, la aerolínea cuenta con una flota de tres aeronaves y la autorización correspondiente para realizar operaciones de arrendamiento con Cubana de Aviación, la aerolínea que operaba el vuelo accidentado.
Este accidente tiene como antecedente al ocurrido en abril de 2017 en La Habana a un avión perteneciente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, en el que fallecieron ocho militares, incluida la tripulación.
En noviembre de 2010, otra aeronave, un ATR-72 de la compañía cubana Aerocaribbean, se estrelló en un paraje rural de la provincia central de Sancti Spíritus, a unos 400 kilómetros al sureste de La Habana, con un saldo de 68 muertos, entre ellos, 28 extranjeros de diez nacionalidades.