REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El príncipe Harry y la actriz estadounidense Meghan Markle se casaron este sábado en la ciudad de Windsor, rodeados de una multitud e invitados especiales entre los cuales hay más celebrities que integrantes de la realeza.
En medio de un gran operativo de seguridad, desde muy temprano ingleses y turistas extranjeros se agolparon en los alrededores del castillo a la espera de la ceremonia.
La ceremonia religiosa fue oficiada por el Decano de Windsor, que es el jefe espiritual de la Capilla de St. George, y el arzobispo de Canterbury presidió los votos. Hubo palabras y rituales basados en la ceremonia anglicana tradicional. El momento más esperado: cuando la pareja dio el sí.
Ya concluida la sorprendente y cálida ceremonia en la capilla, Meghan y Harry salieron de St. George como marido y mujer. El beso que se dieron en la puerta de la iglesia fue otro de los pasajes más emotivos de la boda.
En la carroza tirada por caballos la pareja emprendió su famoso tour de tres kilómetros por Windsor, a pleno sol, para saludar a los miles de fans que esperaban desde muy temprano su paso.