Caracas, Venezuela- A las 6 de la mañana de este domingo se abrieron las urnas para elegir el nuevo presidente de Venezuela. A esa hora el actual mandatario, Nicolás Maduro, depositó su voto en Caracas, capital del país sudamericano, al tiempo en que instó al pueblo a salir a votar de manera masiva.
Maduro, quien fue el primero en votar en el su centro electoral restó importancia que los gobiernos del mundo no reconozcan los resultados electorales, ya que dijo que tienen una actitud criminal.
El mandatario venezolano acudió al colegio electoral junto a su esposa, Cilia Flores, y parte de su Ejecutivo, ponderó la jornada como “un día de celebración y participación, una fiesta electoral”.
El gobernante instó a los venezolanos a ir a las urnas para “demostrarle al mundo que Venezuela se respeta, es una república soberana, libre e independiente”.
“Que nadie se pierda este día histórico, cuidemos todos los centros electorales, cuidemos que todo sea en paz, llamo a todos los venezolanos, tu voto decide, votos o balas, patria o colonia, paz o violencia, independencia o subordinación”, sostuvo el primer mandatario venezolano.
El candidato oficialista afirmó que habrá una muy buena participación este domingo, y que al final los resultados serán reconocidos por el pueblo venezolano que saldrá a defenderlos.
Maduro denunció nuevamente la existencia de una campaña feroz por parte de varios países para evitar que se celebrasen los comicios y pidió a la comunidad internacional no jugar posición adelantada, en cuanto a rechazar un resultado electoral que todavía no se conoce.
En estas elecciones se medirán también el exgobernador Henri Falcón, un chavista disidente, el expastor evangélico Javier Bertucci y el ingeniero Reinaldo Quijada.
Durante esta jornada, en la que la principal coalición opositora ha llamado a la abstención, también se elegirán los miembros de los consejos legislativos de las 23 entidades federales y de los 335 municipios.
Un total de 20,5 millones de los 30,6 millones de venezolanos están habilitados para elegir al mandatario por un periodo de seis años.
Las elecciones presidenciales normalmente se celebran en diciembre, pero el oficialismo las adelantó, acción que fue rechazada por la oposición y los gobiernos de América y Europa.