SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El triunfo del mandatario venezolano Nicolás Maduro este domingo constituye más que un trago amargo para los paisanos que, obligados por la crisis que arropa a su país, han emigrado a la República Dominicana y quienes ven alejarse las posibilidades de regresar a su tierra.
Maduro obtuvo el 68 por ciento de unos cuestionados comicios a los que sólo asistió el 46 por ciento de los votantes.
Lo que para Nicolás Maduro ha sido una lección de los venezolanos al mundo, para los inmigrantes de esa nación suramericana que obligados por la crisis de su país desarrollan diferentes actividades comerciales en la República Dominicana, ha sido un duro golpe.
Hay quienes atribuyen la victoria de Nicolás Maduro, quien seguirá presidiendo Venezuela hasta el 2025, a la incapacidad y falta de interés de la oposición.
Mientras, el principal opositor de Maduro, Henri Falcón, anunció que impugnará las elecciones a las que apenas asistieron 8 de los 20 millones de votantes con que cuenta Venezuela.