REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Estados Unidos pasa al ataque en su guerra comercial con China. El presidente Donald Trump propuso este miércoles a la Oficina del Representante de Comercio Exterior aumentar del 10% al 25% el tipo arancelario a importaciones a EE UU de bienes chinos por valor de 200.000 millones de dólares. La decisión todavía no es firme y estará en estudio hasta septiembre. Pero la propuesta de más que duplicar la tasa impositiva del 10%, anunciada hace tres semanas, manda un rotundo mensaje de Trump a Pekín de que está dispuesto a casi todo en su cruzada por revertir el déficit comercial con el gigante asiático.
"El presidente Trump ha pedido (al responsable de Comercio Exterior, Robert) Lighthizer que considere incrementar el nivel propuesto para estos aranceles del 10 % al 25 %", explicó en una llamada con periodistas un alto funcionario del Gobierno de Trump, que pidió permanecer en el anonimato.
El anuncio llega solo una semana después de que el republicano congelara la disputa con la Unión Europea: Washington decidió no imponer nuevos aranceles a Bruselas, que tampoco contraatacará, pero se mantienen los impuestos estadounidenses al acero y aluminio, y la represalia europea.