REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La China que durante décadas forzó a millones de parejas a tener sólo un hijo ahora está buscando métodos opuestos para animar a los matrimonios a tener dos o más, y una propuesta para multar a quienes tengan sólo un vástago o ninguno ha causado enorme polémica en el país esta semana.
Cuando China decidió en los 70 que había que reducir la natalidad no vio, o no quiso ver, los graves efectos a largo plazo. Entre los años 1970 y 1980 la tasa de fecundidad pasó de 5,6 hijos por mujer a 2,6, una caída inimaginable en un país en vías de desarrollo. A partir de los años 90 la tasa se sitúo en 1,5-1,6 hijos, lejos de la tasa de sustitución.
El problema es que tener tan pocos hijos durante tanto tiempo tiene unas consecuencias económicas graves: disminuye la población en edad de trabajar y aumenta el número de personas que no trabajan y que hay que sostener. La pirámide de población de China en 2050 no se parece en nada a una pirámide.
El hipotético plan se publicó el 14 de agosto en un diario oficial de la provincia de Jiangsu (este), es obra de dos economistas de la Universidad de Nankín (Liu Zhibiao y Zhang Ye) y ha generado una ola de críticas en redes sociales chinas como Weibo o Wechat, comparables a Twitter en Occidente.
La idea de Zhang y Liu incluye por un lado abolir el actual sistema que permite a las parejas chinas tener sólo dos hijos (algo que piden numerosas fuerzas en el país y que podría suceder este año o en 2019) pero desata controversias con el llamado "fondo de maternidad" que propone imponer a toda persona menor de 40 años.