SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los taponamiemtos siguen siendo el monstruo que los choferes tanto del sector público como privado temen enfrentar y que está presente en la mayoría de las vías del Gran Santo Domingo, principalmente en las llamadas horas pico.
Con la pesada carga de los combustibles a cuesta, los conductores atribuyen a varios factores los taponamientos, entre ellos al aumento en el parque vehicular, la falta de elevados y a la inoperancia de los organismos responsables de ordenar el transporte.
En avenidas como la Isabel Aguiar, los choferes de carros de concho culpan a los conductores de autobuses que llegan a la capital desde el interior del país, de quienes dicen se paran en cualquier lado a desmontar bultos y personas.
Entre los chóferes molestos por la sobre inversión de tiempo y dinero que representan para ellos los tapones, no faltan los que manifiestan su inconformidad ante los constantes aumentos en los precios de los combustibles, especialmente del Gas Licuado de Petróleo.
Estudios revelan que para las familias dominicanas los taponamientos suponen un sobrecosto de 6 mil pesos al mes, mientras que para el Estado representan una pérdida de hasta 4 millones de pesos al año.