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La policía local de Pittsburgh (EEUU), ha calificado al alegado responsable de dar muerte a más de una decena de personas en una sinagoga de ese estado, ya que éste habría declarado a los agentes que los judíos estaban cometiendo genocidio y quería que todos murieran.
De acuerdo al reporte dado a conocer este domingo por las autoridades policiales, Robert Gregory Bowers, como ha sido identificado el supuesto agresor, con las armas de fuego que utilizó para cometer la masacre, alcanzó a matar a ocho hombres y tres mujeres en la sinagoga Árbol de la Vida antes de que lo hiriera a tiros un equipo policial que lo había rastreado.
Un agente declaró en el documento que en momentos que recibía tratamiento por sus heridas, Bowers dijo que los judíos “cometían genocidio contra su pueblo”.
En el Vaticano, el papa Francisco denunció el “acto inhumano de violencia” y oró para que se ponga fin a las “llamas de odio” que lo alimentaron.
“Todos fuimos heridos por este acto inhumano de violencia”, dijo Francisco al encabezar las oraciones por Pittsburgh en la Plaza de San Pedro.
El santo padre, pidió a Dios que “nos ayude a extinguir las llamas de odio que se propagan en nuestras sociedades”.
El papa se ha pronunciado con frecuencia contra la violencia, por motivos religiosos y denunciado la facilidad con que se accede a las armas. Califica a los fabricantes de armas de “mercaderes de la muerte”.
Bowers está acusado de 11 homicidios, seis asaltos agravados e intimidación étnica.
