El pasado sábado se admitió por fin que teníamos razón los que defendimos desde el principio la realización de primarias abiertas y simultáneas para la selección de los candidatos para las próximas elecciones, lo que es una admisión del deterioro del llamado sistema de partidos políticos en la República Dominicana, pues la no existencia de una lista o padrón de miembros es un dedo acusador en contra de los que han dirigido las siglas políticas que heredaron de los líderes fundacionales de nuestro sistema democrático.
Esto, y no las razones jurídicas que fueron el centro de discusión interna, sobretodo en el Partido de la Liberación Dominicana, fue la razón por la que se estructuró toda una campaña de difusión de argumentos legales que intentó llevar un tema de interés estrictamente político a un terreno que no corresponde a los actores principales de los partidos porque los tribunales no son su escenario, aunque muchos abogados creen que se gradúan de dirigentes desde la plataforma del litigio en los medios de comunicación.
Las primarias abiertas y simultáneas, que debieron ser obligatorias a todas las siglas (no son partidos), resultan un instrumento imprescindible para intentar salvar lo que ha perecido en las manos de quienes en estos momentos dirigen las agrupaciones políticas en la República Dominicana, ya que han sido esos directivos los que a partir de su interés personal, cada presidente de partido es un candidato en potencia, se han dedicado a parcelar grupos que apoyen sus aspiraciones a la presidencia de la República, por encima de lo que debería ser el interés colectivo.
Hace tiempo que sostenemos que mientras el país avanza hacia estadios de desarrollo económico y social superiores en muchos ordenes, las agrupaciones políticas, que se supone son el sostén del sistema, permanecen en la época del “conchoprimismo”, unos con directivos que se eternizan en los cargos usando todo tipo de artimañas en complicidad con miembros de la Junta Central Electoral que aprueban sin fiscalizar a nadie, y otros que no son más que grupos familiares formados y mantenidos por el presupuesto nacional y el reparto de fondos públicos que crece a medida que aumenta el dinero que el Estado dominicano.
En ese escenario, lo único que podía hacer un dirigente responsable y preocupado por el futuro del país, era tratar de implementar un método diferente al que estamos usando, porque si seguimos por el camino que llevamos, el ¨canto del cisne¨ de nuestros partidos políticos (las siglas) se producirá en las elecciones del año 2020, ya que más del 60 por ciento de la población, esos que tienen menos de 40 años de edad, no tienen vinculo alguno con lo tradicional y tampoco se sienten incentivados a participar de un sistema que les niega la posibilidad de decidir, y eso es simplemente inaceptable.
Es por eso que siempre entendimos la posición del presidente del PLD, Leonel Fernández, pues al circunscribir su discurso contra las elecciones primarias abiertas a una discusión sobre un tema legal que a nosotros nos parecía descabellado, lo que se hacía era desviar la atención al reparto de responsabilidades sobre la desatención que había sufrido el partido que el preside y es dirigido por una cúpula llamada Comité Político en su necesidad de renovación, solo por curiosidad nos detuvimos a leer cuidadosamente la lista de los más de 600 miembros del Comité Central reunido el pasado sábado, y el promedio de edad fácilmente podría estar alrededor de ls 55 años, una muestra mas que objetiva de la necesidad de renovación de ese partido.
Pues cuando se callaron los abogados, ese no es su tema y si lo es que lo vayan a discutir a un tribunal, actuaron los políticos, y el CC del PLD aprobó, a propuesta de Leonel Fernández, lo que era un hecho y no daba lugar a discusión alguna, que el partido de gobierno realizará un proceso abierto e incluyente para elegir las candidaturas que presentará en las próximas elecciones, esas son las primarias abiertas y simultáneas, y aunque se habló de ratificación de parte de algo que ahora llaman ¨la base¨ (hay que estar vivos para ver cosas), esto fue un manejo de medios de comunicación para intentar salvar la cara ante la evidencia de que funcionó la ley primera de la democracia: la mayoría es la que impone su criterio.
El mismo texto de los tres puntos aprobados es una muestra de que no hubo negociación alguna, que una de las partes, en el caso de la mayoritaria que asumió la posición del Presidente de la República Danilo Medina, simplemente se adhirió a lo que era su intención de aprobar sin mas las elecciones primarias abiertas y simultáneas, que es lo único definitivo que se aprobó el pasado sábado, y se evitó que la pizarra electrónica demostrara que la hora de los que se dedicaban a la política había llegado y que el manejo retórico de argumentos legales, que no eran mas que el humo para ocultar la intención de volver al dedo y mantener el poder de la cúpula partidaria, llegaba a su fin, el mayor logro del PLD fue evitar que se contaran los votos porque esto los hubiera llevado inmediatamente a una crisis de legitimidad.
¿Que se aprobó?
Textualmente lo que se aprobó es lo siguiente: ¨Aprobación de celebración de primarias abiertas y simultáneas, con el padrón de la Junta Central Electoral (Articulo 45 de la Ley 33-10, párrafo 3)¨
Por ningún lado se habla de llamado a ¨las bases¨ `para ratificación, de aquella descabellada idea de hacer un ¨plebiscito¨ o ¨referéndum¨ de uno de los principales culpables de la derrota de la posición de Leonel en su propio partido, tampoco se menciona que hay que convocar a un congreso del PLD para aprobar la modificación estatutaria y después decidir, solo se aprueba y sin condiciones de ningún tipo las primarias abiertas, lo que quiere decir que es una capitulación en toda regla.
Los otros dos puntos lo demuestran:
Esa es la lógica que tendrán que usar todos los partidos políticos de la República Dominicana ya que, aunque se intentó romper con argumentos tontos lo que es evidente, una ley siempre estará por encima de los estatutos particulares de una agrupación cualquiera, y mas cuando estas, como es el caso de los partidos, son mantenidas económicamente por todos nosotros con dinero de nuestros impuestos.
Y el punto 3. ¨Que los nuevos estatutos, luego de su adecuación a la Ley 33-18, sean ratificados por la Asamblea de Delegados del partido, integradas por los miembros del Comité Central, presidentes provinciales, municipales, de circunscripciones electorales, de seccionales y de comités intermedios (artículo 10 de los estatutos del PLD)¨.
Y ahí se acabó el evento, en ningún lugar habla de que hay que ratificar las elecciones primarias abiertas y simultáneas, eso es un invento para los medios, si ese punto es lo único concreto aprobado, lo demás es un mandato de la misma Ley 33-18 que de todos modos hay que hacerlo en cada uno de los partidos políticos dominicanos.
Punto y final a este tema.