REDACCIÓN INGTERNACIONAL.- El « Black Friday» es la gran fiesta del consumo en todas las ciudades de Estados Unidos y, por extensión, de medio mundo. Millones de personas abarrotan los grandes centros comerciales, mientras las páginas web de las grandes revientan de ceros sus cajas registradoras.
Todos los que aguardan para entrar en las tiendas tienen un único objetivo: encontrar productos con descuentos que pueden llegar hasta el 90% del precio original.
Aunque hoy se asocie al mayor día de compras en Estados Unidos, el término "viernes negro" se refería originalmente a situaciones muy diferentes.
"El adjetivo 'negro' se usó durante muchos siglos para retratar diversos tipos de calamidades", explica el lingüista Benjamin Zimmer, editor ejecutivo del sitio web vocabulary.com.
En Estados Unidos, la primera vez que se usó el término fue el 24 de septiembre de 1860, cuando Jay Gould y James Fisk intentaron tomar el mercado del oro en la Bolsa de Valores de Nueva York.
Cuando el gobierno fue obligado a intervenir para corregir la distorsión mediante el aumento de la oferta de la materia prima en el mercado, los precios cayeron y muchos inversores perdieron grandes fortunas.
Otra de las historias que acompañan al término “Black Friday” tiene que ver con el papel de los pequeños comercios en el mercado. La tradición cuenta que, tras un año entero de pérdidas (es decir, números rojos), por fin, tras el día de Acción de Gracias, llegaba la época navideña, día a partir del cual comenzaban los beneficios, y con ellos, en lugar de números rojos, se producían “números negros”.
«The New York Times» también usó el famoso término el 19 de noviembre de 1975, con la intención de referirse al problema circulatorio que se originó en Nueva York a raíz de los descuentos del día posterior a Acción de Gracias. Eso hizo que se popularizara aún más.
A consecuencia de ello, los negocios comenzaron a estirar al máximo sus horarios comerciales de cara al «Black Friday», abriendo de madrugada y cerrando a medianoche. Les fue tan bien que, de 1993 a 2001, ocupó entre el quinto y el décimo puesto del ranking de los días con más ventas del año. El primer puesto le pertenecía al sábado antes del día de Navidad, hasta que, en 2003, el famoso «viernes negro» le robó el mérito hasta hoy. El récord de recaudación se alcanzó en 2013, cuando 141 millones de personas se gastaron una media de 407 dólares cada una. Un total de 57.000 millones de dólares en un día y sólo en Estados Unidos. En 2014, las ventas cayeron moderadamente, aunque llegaron hasta los 50.000 millones, marcando una oscura marca en la venta de armas: 175.000.