PARÍS.- Las fuerzas francesas del orden lanzaron este sábado en París gases lacrimógenos y utilizaron un cañón de agua para rechazar el avance de miles de personas que se manifestaban contra el alza en las tasas de los carburantes, los llamados "chalecos amarillos" ("Gilets Jaunes"), que trataban de acercarse al palacio del Elíseo, residencia presidencial.
Los principales enfrentamientos tuvieron lugar en el perímetro de seguridad levantado por la policía cuando decenas de manifestantes trataron de superarlo para llegar a la residencia del presidente, Emmanuel Macron. Asimismo, grupos de manifestantes enmascarados comenzaron a lanzar objetos contra las barricadas levantadas por las fuerzas del orden para proteger el palacio.
Muchos de los manifestantes pidieron la dimisión del presidente, Emmanuel Macron, a quien acusan del alza de precios de los carburantes por un impuesto ecológico, aumento que está en el origen del movimiento de los "chalecos amarillos".
Las fuerzas del orden respondieron con el lanzamiento de gases lacrimógenos y con cañones de agua para dispersarlos.
El Gobierno de Macron prometió medidas para ayudar a los motoristas, pero rechazó cancelar el aumento de la tasa a los carburantes alegando que es necesario para proteger el medio ambiente.
Las manifestaciones, promovidas en las redes sociales por los seguidores de este movimiento aparentemente descentralizado y sin líderes, tienen lugar una semana después de que 283.000 personas tomaran las calles de todo el país y en las que perdió la vida una mujer y hubo al menos 229 heridos.
Desde entonces, se han llevado a cabo protestas más pequeñas incluyendo bloqueos de autopistas y almacenes de carburantes.
Fuente: DW