MÉXICO.-En caso de tener la oportunidad de pelear una vez más ante Floyd Mayweather, el peleador mexicano Canelo Álvarez dijo que no bajaría más de 160 libras, y consideró que esta vez el desenlace sería diferente en comparación a aquella "pelea aburrida" que tuvieron en 2013, y donde el estadounidense salió con la mano en alto.
Este martes, en teleconferencia para hablar de su pelea contra Rocky Fielding del 15 de diciembre en el Madison Square Garden, Canelo reconoció que en aquella ocasión, hace cinco años en Las Vegas, fue la experiencia de Mayweather la que inclinó la balanza a su favor, pero hoy enfrentaría a un peleador más maduro y completo.
"Soy un peleador más completo, con más experiencia, he mejorado muchísimo después de esa pelea, y creo que sería muy diferente, esa noche simplemente me ganó la experiencia, a pesar de eso fue una pelea prácticamente aburrida donde no me hizo mucho tampoco y pues me ganó la experiencia. Hoy soy un peleador con más experiencia, mucho más maduro y mucho mejor que esa noche, sería muy diferente", comentó el jalisciense.
Al respecto, el entrenador Eddy Reynoso auguró que el resultado sería una victoria para Canelo. "Sería totalmente distinto, después de Mayweather hemos enfrentado a muy buenos rivales, Miguel Cotto, dos veces a Gennady Golovkin, serían las cosas distintas, ya Saúl es un peleador más hecho, un peleador con más experiencia y si existiera alguna revancha, no tendríamos ningún problema para ganar", aseguró el reconocido entrenador mexicano.
Para finalizar sobre el tema, el presidente de Golden Boy Promotions, Eric Gómez, se dijo abierto a la posibilidad de una segunda pelea. "Cuando Canelo enfrentó a Mayweather estaba demasiado joven, esa vez le ganó la experiencia, pero vamos a ver qué es lo que viene", destacó el promotor californiano.
En 2013, Mayweather, entonces con 36 años de edad, se llevó una decisión mayoritaria que debió ser unánime en el ring de la MGM Grand Garden Arena, en una batalla pactada en 152 libras, dos por debajo de donde venía peleando Álvarez, que llegó con 23 años a una de las peleas de mayor recaudo en la historia del pugilismo profesional.