FRANCIA.- El 84 % de los franceses consideran “bastante” o “totalmente justificadas” las exigencias del movimiento de los chalecos amarillos, cuyos primeros encuentros oficiales con el jefe de gobierno y varios ministros han sido un diálogo de sordos, en vísperas de la tercera jornada de protesta, manifestaciones, corte y bloqueo de carreteras y autopistas, este sábado, en París y toda Francia.
Emmanuel Macron y sus ministros han cambiado radicalmente su “respuesta” a la fronda amarilla, en apenas ocho días. En vano.
Christophe Castaner acusó a Marine Le Pen de “organizar” la batalla campal de los Campos Elíseos, el sábado día 24. El mismo día, Gérald Darmanin, ministro del Presupuesto, afirmó que la “peste parda” había metido fuego a la gran avenida nacional. Emmanuel Macron, por su parte, denunció “escenas de guerra” un día más tarde.
Esas reacciones fueron recibidas con una tormenta de granizo político nacional. Macron encajó el golpe y reaccionó de inmediato, proponiendo “asociar” a los chalecos amarillos a la negociación de un nuevo “contrato social”, en el marco de la negociación de la “transición energético – ecológica”.
Los primeros contactos entre representantes de los chalecos amarillos, el jefe de Gobierno y dos ministros, jueves y viernes, han sido un fracaso.