Crisis, pero en las redes sociales “caterva de encantadores”

En uno de los diálogos del Quijote de la Mancha, el libro mas hermoso que haya sido escrito alguna vez en el idioma castellano, este le dice a Sancho, su fiel escudero lo siguiente: ¨¿es posible que en cuanto ha que andas conmigo, no has echado de ver que todas las cosas de los caballeros andantes parecen quimeras, necedades y desatinos, y que son todas hechas al revés? Y no porque ello sea así, sino porque andan entre nosotros siempre una caterva de encantadores, que todas nuestras cosas mudan y truecan, y las vuelven según su gusto y según tienen la gana de favorecernos o destruirnos¨.

Si fuera por lo que escriben en las redes sociales un grupo de vagos que parecen no tener oficio, lo lamentable es que muchos están vestidos de morado, pareciera que la República Dominicana debe ser uno de los lugares mas horribles para vivir sobre la faz de la tierra, que estamos inmersos en una crisis de hambre y necesidades donde nos almorzamos los unos a los otros por falta de comida y ni se nos ocurra siquiera pensar en que podemos conseguir un trabajo que nos permita vivir una vida mas o menos digna ya que eso es un imposible.

Desde la acera de nuestros vecinos sin embargo, parece que nos miran de una forma muy diferente a la que quieren vender esos encantadores que cual magos y prestidigitadores predicen un desastre, porque lo cierto es que pareciéramos ser el destino de miles de millones de dólares en inversión extranjera, producción agrícola que nos acerca a la autosuficiencia y un crecimiento económico que es envidia en toda la región.

No es posible que con el movimiento comercial, la pujanza del turismo, la estabilidad de precios, la bonanza que exhibe el sector financiero, la creación de tantos empleos que hasta somos ahora receptores de migrantes desde Sudamérica, todas las construcciones nuevas que llenan nuestras ciudades y, entre otras bondades, una estabilidad de precios envidiable, a alguien que viva en la República Dominicana se le pueda convencer, excepto que este ciego de que vivimos en una crisis.

Y esas son algunas de las razones por las que tantos afirman que no tenemos oposición, pues sus dirigentes, que ahora son líderes de redes sociales, se dedican a vender un país inexistente en el único espacio que parece haberles quedado al desaparecer las estructuras de lo que eran los partidos políticos dominicanos.

Los nombres históricos vinculados a los partidos políticos tradicionales han quedado arrinconados con una realidad que es inocultable, y pareciera que la actual administración  esta destinada a ser el puente de la transición entre dos generaciones de dominicanos, porque para los que no se han dado cuenta, el espacio se abre para los mas jóvenes y mas aptos en un mundo global donde cada día se derriban las fronteras.

Dan pena los que tratan de mantener la discusión de los temas políticos dentro de un marco que pertenece francamente al pasado, volver a encantar con promesas vacías frente a realidades concretas, no parece ser el camino adecuado en un país donde la mayoría de la población tiene menos de 40 años y no tiene vinculación alguna con ideas y proyectos que fueron heredados de nombres que ya no significan nada en este mundo tan cambiante e impredecible.

Por eso lo que ayer encantaba hoy parece desfasado, hablamos de una República Dominicana que de forma urgente debe abrir espacio para los mas educados, los mas jóvenes, los mas aptos (sin importar de donde vengan), antes que volver la vista atrás y devolvernos a la confrontación sin sentido que ha sido la característica de la acción política en la mayoría de los países de nuestra sufrida América Latina.

Somos un país pequeño donde la paz social ha sido clave para subir de forma sostenida la escalera del desarrollo.

Una isla de la que no podremos escapar si es que construimos una crisis donde no la hay, si fuera verdad el mundo que nos pintan algunos en las redes sociales hace tiempo que estuviéramos construyendo yolas para largarnos del país, pero ellos son los primeros que ni siquiera lo intentan porque progresan al igual que el resto de la población con sus negocios y sus actividades profesionales.

Y es que la política esta íntimamente vinculada a la economía, un país que va bien, como es el caso de la República Dominicana, tiene la tendencia a querer repetir a quien gobierna, es la característica principal del sistema parlamentario, donde los primeros ministros o jefes de gobierno se suceden a ellos mismos en el cargo mientras los resultados económicos los favorecen, el mejor ejemplo actual es Ángela Merkel que ya va por su cuarto periodo de gobierno consecutivo en Alemania.

Entonces no busquemos razones donde no hay racionalidad, si el PLD verdaderamente existiera como partido, estuviera pidiéndole a su mejor opción electoral, que es Danilo Medina, que preparara nueva vez su candidatura para culminar una obra de gobierno sin igual, que todos reconocen, y no estuviera un grupito de tuiteros vestidos de morado haciendo causa común con una oposición que en la practica no existe porque evidentemente no tiene discurso ni propuestas.

Esa campaña negativa sostenida en argumentos jurídicos que a nadie importan, ha puesto unos lentes tan oscuros en algunos ojos que evitan ver lo que esta mas que evidente, no es posible seguir vendiendo una crisis inexistente, sin que eso tenga consecuencias para quienes lo hacen de modo constante, a fin de cuentas es muy difícil convencer a una persona de que esta enferma cuando siente su cuerpo con la vitalidad suficiente como para correr una maratón, por eso fracasan todos sus argumentos.

A ver que dirán los encantadores que andan entre nosotros, la inmensa mayoría de ellos privilegiados por ser parte del partido de gobierno, cuando toque escoger el camino que tiene que seguir todo partido político, aunque solo existan ya las siglas, para buscar quien lo representará en las próximas elecciones nacionales, después que han argumentado tanto en posiciones que no podrán sostener ante el peligro de perder el poder ¿serán capaces de seguir inventando cosas para intentar destruirlo todo?.

¡Lo dudamos!