REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Con grandes ojos atentos y un cuerpo afelpado que es cálido al tacto, el nuevo robot desarrollado en Japón está diseñado para hackear las emociones humanas.
Lovot tiene un aspecto que refleja un cruce entre búho y pingüino, y está destinado a vivir en casa, donde su único trabajo es vagar por la casa, pedir abrazos y, en general, actuar como una mascota adorable que ayuda a relajarte después de un largo día. Es la creación de Kaname Hayashi, un exdiseñador y desarrollador de autos de carreras de Fórmula Uno que trabajó en la creación de Pepper, el intento de Masayoshi Son de crear asistentes humanoides.
Hayashi fundó Groove X Inc. hace tres años con el objetivo de construir y vender robots amigos, como R2-D2 o Doraemon de Japón. Al evitar algunas de las dificultades de diseño de sus predecesores y duplicar la inteligencia artificial, Hayashi está apostando a que su producto tendrá éxito donde otros han fallado.
El Lovot no habla, pero en cambio hace ruidos que suenan como maullidos y chirridos mezclados, por lo que no hay una interacción similar a Siri que pueda parecer incómoda. El robot de 40 centímetros de altura tampoco pone música ni se conecta con tu calendario, porque, bueno, tampoco lo hace tu perro o gato. Lo que podría ser similar son los ojos de Lovot, que se componen de seis capas gráficas e imitan el movimiento involuntario de los ojos.
También viene con una impresionante variedad de sensores y hardware informático que normalmente se utiliza para la conducción autónoma. Esto permite que el robot actúe con un nivel de autonomía y conocimiento que uno podría esperar de una mascota pequeña, dijo Hayashi. Lovot utiliza chips que suelen encontrarse en aplicaciones de grado industrial. Eso permite que Groove X actualice los algoritmos de aprendizaje profundo responsables de los robots de navegación y detección. "Su nivel de inteligencia es un poco más alto que el de un hámster", dijo Hayashi.
Lovot también está equipado de tres cámaras (180 grados, profundidad y temperatura) para mapear y navegar por el entorno circundante. Puede recordar hasta mil personas y distinguir hasta 100 al mismo tiempo.
Pero toda esta magia de alta tecnología no es barata. Junto con un puerto de carga, una máquina costará alrededor de US$3.000 e incluirá un plan mensual desde US$90. Hayashi dijo que al principio, el precio solo cubrirá el costo de fabricación. La compañía planea comenzar las ventas en Japón a fines del próximo año, dirigidas principalmente a mujeres y ancianos.