El enviado del Papa Francisco a la República Dominicana, monseñor Gregorio Rosa Chávez, lamentó que Haití haya sufrido tanto, pero reconoció que los hermanos haitianos han sido acogidos en familia y apoyado por el pueblo dominicano.
En tal sentido, manifestó que la Iglesia Católica le ha ofrecido apoyo a los haitianos, “porque son hermanos que necesitan sentirse en familia”.
El acto religioso se inició con las palabras de bienvenida a cargo del obispo de la Diócesis de Puerto Plata, monseñor Julio Cesar Corniel Amaro, quien reafirmó la fe y resaltó la importancia histórica que tiene ese acontecimiento, no solo en República Dominicana, sino en América Latina.
Rosa Chávez saludó a la feligresía en nombre del Papa Francisco y les exhortó a conservar siempre la fe católica, “proclamarla con valentía y vivirla con amor y buenas costumbres”, como lo indicó el santo Padre en la carta en la que lo nombró como su enviado especial.
En la ceremonia también se clausuró el año de la eucaristía 2018 y se dejó iniciada la segunda etapa del Segundo Plan Nacional Pastoral, que tuvo a cargo de monseñor Diomedes Espinal, obispo de la diócesis de Mao y Montecristi, y presidente del Episcopado Dominicano.
Espinal resaltó el compromiso de todos los agentes pastorales, congregaciones e instituciones para seguir contribuyendo a una sociedad que fortalezca su fe y los valores cristianos como resultado de ese plan.
Al final de la actividad religiosa respondió preguntas de representantes de medios de comunicación.