SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La petición de perdón por parte de la Iglesia Católica a los afectados por los anti-testimonios de sus miembros, divide a una población que entiende que todos merecen una segunda oportunidad, pero que producto de faltas graves cometidas por el clero tiene de miedo de volver a creer.
Católicos y no católicos se manifiestan en la mejor posición de dar a la Iglesia ese perdón que a propósito del Día de Nuestra Señora la Altagracia ha pedido la Conferencia del Episcopado Dominicano al pueblo por cualquier falta cometida por sus miembros, en razón de querer imitar el ejemplo de Dios, perdonando a quienes le han ofendido, sin embargo, esta concesión viene condicionada a que sean castigados aquellos miembros de la comunidad eclesial que han cometido algún delito.
Por otro lado, algunos ciudadanos prefieren no volver a confiar alegando que las faltas y abusos cometidos por algunos miembros de la Iglesia han endurecido su corazón.
En su carta Pastoral, la Conferencia del Episcopado Dominicano asegura que la Iglesia no abandonará a la población y que por el contrario la acompañará por caminos nuevos.
Manifiesta además preocupación por la apatía que amplios segmentos de la juventud, por lo que invitan a participar en las luchas por la reconstrucción de un porvenir colectivo de paz, dignidad y liberación democrática.