REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La Endometriosis no es una enfermedad rara o poco frecuente, ya que afecta a entre el 10% y el 15% de la población femenina y se estima que en España hay dos millones de pacientes y más de 170 en todo el mundo, según datos de Endomadrid. En 2018, endometriosis fue el segundo término más buscado en Google.
Existen diversas asociaciones donde acudir en caso de estar diagnosticada, en proceso de ello o si se presentan los síntomas asociados. El Endodecálogo de la Asociación de Endometriosis de Madrid, resulta muy clarificadora y muestra los fundamental para poder ayudar a quien lo sufre y concienciar al entorno, la sociedad y la comunidad médica, de la importancia de atender, diagnosticar precozmente e investigar posibles soluciones, para prevenir, aliviar el sufrimiento y encontrar una cura.
Entre los temas sobre los que informa este documento, podemos encontrar los siguientes:
El dolor de regla no es normal. El 50% de la dismenorrea, o dolor menstrual, juvenil será una endometriosis. La menstruación es un proceso fisiológico, normal y saludable en la mujer, que puede ser molesto, pero no debería doler. Ningún dolor es normal y, cuando sucede, se acude al médico. Sin embargo, la costumbre sexista dice que para el dolor menstrual no es necesario. Tener dolor menstrual no significa que se padezca endometriosis, pero es el médico quien tiene que descartarla y determinar cuál es la causa.
La endometriosis afecta desde antes de la primera regla. Se cree que es muy poco frecuente en adolescentes y mujeres jóvenes y no se considera factible un diagnóstico de endometriosis cuando se quejan de síntomas como períodos muy dolorosos, dolor pélvico, gastrointestinales y coito doloroso. Pero no es así. Hay niñas y bebés a las que se les ha encontrado endometriosis.
Ni el embarazo ni la menopausia curan la endometriosis. Aunque pueda eliminar algunos síntomas, no erradica la enfermedad en sí, por lo que los síntomas pueden volver tras el parto. Incluso, el embarazo puede empeorar los síntomas de la endometriosis en otras mujeres. La endometriosis a día de hoy no se cura: es una enfermedad crónica.
Los anticonceptivos no son la solución definitiva. Estos tratamientos hormonales no tienen ningún efecto a largo plazo sobre la propia enfermedad, sino que suprimen la menstruación. Calman los síntomas pero sólo mientras se están tomando.
El dolor no es de origen psicológico. El dolor de la endometriosis es real y se ha comprobado que existe sensibilización del sistema nervioso central y autónomo.
La endometriosis no causa infertilidad. Las mujeres con endometriosis sólo tienen un 30% mayor de dificultad. El problema radica en el retraso diagnóstico y en el retraso en la edad del primer embarazo por causas sociolaborales y la desigualdad de género.
La endometriosis es una enfermedad social. La endometriosis no es una enfermedad ginecológica porque afecta a todos los ámbitos de la vida personal, de pareja, familiar y laboral de la paciente. Además, tiene un alto impacto económico por costos directos e indirectos relacionados con bajas laborales, hospitalizaciones, medicación en pauta continua, cirugías, rehabilitación, alta comorbilidad, nutrición especial, inversión en cuidados y en conciliación, etc.
Fuente: El Mundo