El problema mas grave que presentan los proyectos políticos que quieren repetirse en el tiempo, es la presencia de una serie de personajes que tienen la imperiosa necesidad de reciclarse cobijados debajo de la persona a quien llaman ¨líder y guía¨, a pesar de que en su paso por la función pública no han sido exactamente ejemplo de creatividad y buen juicio, es como si pensaran volver a repetir los fracasos repetidos de gestiones fallidas.
Es como si nos colocáramos en una colina a mirar hacia atrás, y la verdad es que da grima solo pensar en la vuelta al poder de una serie de fracasados en tantas áreas de la administración pública, a pesar de la estima y respeto que en lo personal podríamos tener por muchos de estos nombres, que vemos como luchan por reciclarse y repetirse en espacios de decisión para desgracia de este país.
Hablamos de un costo inimaginable para un país que lucha ahora por consolidar lo mucho que ha avanzado en términos económicos y sociales, para nada son discutibles los indicadores como la caída a la mitad de la pobreza, el aumento del Producto Interno Bruto hasta colocarse como líder en la región, así como otros aspectos positivos que nos han colocado como un país en expansión económica.
Estamos integrando rápidamente a ese mas del 30% de la población dominicana que vive en el campo a un circulo de creación de riqueza que ni ellos mismos imaginaban hace solo 6 años, cuando estaban enormemente insatisfechos con la administración del Partido de la Liberación Dominicana, y si alguien lo duda solo tiene que chequear la derrota que sufrió ese partido en toda la zona rural del país.
Si algo no miente son los números, en las elecciones del año 2012 el PLD obtuvo su menor cantidad de votos en términos porcentuales desde el año 1996, un 37%, y esto fue debido al rechazo de ese partido en el campo cuando perdió en todas partes menos en San Juan y La Romana, y es verdad los campesinos debían estar mas que desesperados para votar a favor del retroceso que en ese momento representaba el proyecto de ¨papá¨.
Los pueblos se equivocan, es uno de los defectos de la democracia, no es cierto que ¨la voz del pueblo es la voz de Dios¨, eso es una frase hecha que no puede ser demostrada con pruebas concluyentes y que se usa indistintamente para justificar gobiernos buenos y gobiernos malos, que es lo mismo que decir gobernantes capaces e ineptos, solo que es a ese pueblo a quien debemos darle la oportunidad de decidir.
En un momento si podemos perder todo lo que hemos avanzado, ya nos pasó cuando en el año 2000 el pueblo dominicano se equivocó y votó a un proyecto político que en solo cuatro años convirtió en un relajo a todos los símbolos de poder, quebró el sistema bancario y devolvió a mas de 1.5 millones de dominicanos a vivir por debajo de la línea de pobreza y nos ha tocado a todos pagar el precio de ese error.
Apenas ahora, 14 años después de la bomba atómica económica que vivió la República Dominicana entre los años 2000 al 2004, es que efectivamente hemos revertido y mejorado los indicadores económicos que sucumbieron ante la ineptitud de los que nos gobernaron algunos de los cuales quisieran volver a hacer de las suyas desde las alturas del poder para desgracia de todos nosotros.
El problema mas serio que desde el punto de vista político tiene nuestro país en este momento es si seremos capaces de seguir avanzando o, por el contrario, miramos hacia atrás y nos detenemos a dudar acerca de las grandes decisiones que se nos presentaran para los próximos años.
Es decir o avanzamos, o nos detenemos o volvemos hacia atrás, no hay otros caminos diferentes a uno de esos que mencionamos y por esto es mas que necesario tener fe y esperanza en que la lectura política que haga en este momento el Presidente Danilo Medina sea la correcta porque de el y solo de el dependerá el rumbo que tome la República Dominicana en este primer cuarto del siglo XXI.
En el caso de que el presidente decida echarse a un lado en este momento histórico, son algunas las voces con prensa pero sin pueblo que abogan por esta posición, lo mas probable es que nos detengamos en el camino que emprendimos hace 6 años en los temas de inclusión, lucha contra la pobreza, avance institucional y crecimiento económico, porque la incertidumbre será la tónica en cuanto al resultado electoral del próximo año 2020.
En una de las metáforas mas hermosas de la Biblia se describe perfectamente la acción de mirar atrás, algo que parece ser la posición de un grupo de dirigentes del PLD en este momento histórico.
Según el libro de los libros, Lot era sobrino de Abraham, que a su vez es el padre del pueblo de Israel, y el con su mujer vivían en la ciudad de Sodoma, un lugar donde se practicaban todo tipo de pecados contra Dios y por esto este decidió dar un ejemplo y destruirla, junto con Gomorra, con una lluvia de fuego.
Dios le hizo saber lo que pasaría a Lot a través de mensajeros y le ordenó salir de la ciudad junto a su familia, con la advertencia de que no mirara hacia atrás no importando el ruido que escuchara, ni los gritos de las personas por la destrucción que sucedería después de su marcha.
Según el libro del Génesis, sobre Sodoma y Gomorra ¨Hizo llover azufre y fuego de parte de Jehová¨, mientras esto sucedía Lot y su familia huían pero su mujer desobedeció las orden De Dios y miró hacia atrás, de inmediato se convirtió en una estatua de sal, quedando para siempre en la montaña que rodeaba las ciudades destruidas.
No mirar atrás es la lección que deja esta historia de la Biblia, y mirar y escuchar consignas del pasado, plantear la vuelta de personas fracasadas, los mismos nombres, las mismas propuestas, las mismas palabras y las mismas caras que fueron parte de un pasado que tuvo sus altas y sus bajas pero al cual no queremos volver, sería correr el peligro de que el país se convirtiera en una estatua de sal con la inmovilización que ello implica.
Si algo deberíamos asumir en estos momentos, es en la necesidad de seguir adelante en la construcción de la transición necesaria en el campo político que permita a las nuevas generaciones asumir el papel a que están destinados en las próximas décadas, y esto en este momento solo lo garantizaría el actual Presidente Danilo Medina, que no miremos hacia atrás de el depende.
Que Dios lo ilumine a tomar la decisión que mas convenga al país y no permita que nos paralicemos como una estatua de sal.
Esperemos.