República Dominicana.-La respuesta de la magistrada Miriam Germán Brito al procurador general Jean –Alain- Rodríguez, por la acción ayer en su contra, mientras era evaluada por el Consejo Nacional de la Magistratura para seguir como jueza en la Suprema Corte de Justicia, no fue otra que considerarlo como una “manifestación de un rencor inicuo de una persona pequeña”.
Entrevistada en exclusiva para ENTELEVISIÓN, la presidenta de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, dijo que no descarta se trate de una respuesta del Jefe del Ministerio Público al “ataque” de ella al expediente sobre el caso Odebrecht, “pero él parece no haberlo leído completo, porque al final yo decía que las carencias debían ser subsanadas. No sé si él lo hizo, como lo hizo. De todas maneras, eso que él hizo es una canallada y eso de estar usando recursos del Estado para espiar una gente, no está nada bien”.
Insiste en que le hubiera gustado que “las cosas fueran en dos vías, para yo preguntarle a él sobre su condición económica. Si tú me estás acusando de cosas, yo te pregunto de lo tuyo, porque tú siempre has sido empleado público. Mire, yo no sé cómo llamarle a eso. Objeción no puede ser porque en el reglamento hay una parte que se refiere a las objeciones, cómo deben ser presentadas y el plazo. Ya el plazo estaba vencido, esa no era la forma y todo…Ese asunto fue una manifestación de un rencor inicuo de una persona pequeña por el famoso voto”.
Volvió a reiterar que su amistad con Víctor Díaz Rúa viene de mucho tiempo, “y siendo amiga de él, fallé contra él, también con un voto disidente (…) eso de espiar es violar mi intimidad familiar y todo, pero digamos que allá él (procurador) con su miseria”.
La magistrada dijo no saber si la situación a que la expuso este lunes el procurador general de la República pueda influenciar en el resto de los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, pero “incida o no incida, me quedo hasta el final” en el proceso de evaluación para escoger a los jueces de la Suprema Corte de Justicia.
Las cartas “anónimas” leídas por el procurador
El procurador leyó dos cartas, con remitentes anónimos, en la sesión de evaluación de la magistrada Germán Brito, de dos supuestos ciudadanos que le impugnan para ser ratificada como jueza de la Suprema Corte de Justicia.
La primera de las comunicaciones recoge cuatro señalamientos de reuniones de la magistrada con horas, lugares, personas que le recogieron y con personas con las que supuestamente se reunió, además de marcas de vehículos, números de placa. Todo acompañado de fotografías y de videos, suministrados en la “preocupación de una ciudadana” ante la Procuraduría General de la República.
Las dos comunicaciones aseguran que la magistrada sostuvo reuniones con Víctor Díaz Rúa y alguno de sus abogados, vinculado al caso de sobornos de Odebrecht, entre noviembre de 2017 y marzo de 2019.
La primera carta leída por el Procurador fue fechada el 11 de diciembre 2018, y fue remitida por una persona de sexo femenino, según las explicaciones de Jean Alain Rodríguez.
“Soy responsable de mis denuncias y para el caso que la magistrada se atreva a negarse le remito fotos y videos de esa reunión, tomados en las vías y espacios públicos en ejercicio de mi derecho como ciudadana. Son solo muestras de varias reuniones ocultas que tengo documentadas”, indica la comunicación leída por Rodríguez en el Consejo Nacional de la Magistratura.
Esa comunicación señala que la magistrada registró los siguientes encuentros: “5 de febrero de 2018. A las 6:30 PM, el señor Fernando Haché, asistente de Víctor Díaz Rúa, pasó a recogerla de forma clandestina por su casa en un carro Camry Negro A-695832”.
“Pregúntele si se reunió de forma oculta con el imputado Víctor Díaz Rúa en la torre Mariventos de la calle Núñez y Domínguez por espacio de dos horas, en el apartamento 9-B, propiedad de Víctor Díaz a través de una de sus empresas. Nos interesa saber qué conversó”.
“Pregunte si el 22 de noviembre de 2017 a las 2:00 PM se reunió o no con el abogado Santiago Rodríguez, intimo amigo de Víctor Díaz y abogado de Conrado Pittaluga en la librería Cuesta de la 27 de Febrero con Abraham Lincoln”.
“También pregúntele por qué el chofer de la magistrada, Paul Ricardo Smith, le lleva documentos al abogado de Conrado Pittaluga, licenciado Santiago Rodríguez, a una oficina ubicada en la calle Juan Sánchez Ramírez esquina Benito Monción”.
Defensa de la jueza
“Él también usó otra carta que estaba llena también de mentiras y tuvo la indelicadeza de mencionar a un hijo que yo tengo con incapacidades (…) Mío; mío, no tengo prácticamente nada; tengo un carro que lo estoy pagando, cada mes tengo que sacar 17 mil pesos para pagar el carro y, yo tuve dos hijos tal y como se lo dije, nacidos fuera del matrimonio, con el doctor Antonio López Rodríguez. Al momento de su muerte no tenía liquidez; solo tenía propiedades. Tenía una casa en Las Mercedes; una propiedad en la zona arrocera de Villa Riva; un solar de mil y no sé cuantos metros en Juan Dolio y, dos solares más y una colección de obras de arte, algunas de las cuales figuran en la historia de la pintura dominicana. El apartamento donde yo vivo es de mi hijo que lo compró con su dinero y detallando de donde provenía cada centavo”, explicó la magistrada en su despacho de la Suprema Corte de Justicia al equipo de ENTELEVISION.
La segunda de las cartas, también con firma anónima, fue fechada en marzo de 2019. “Denunciamos que la magistrada tiene una villa en la parcela 6-26 en San José de Ocoa, a nombre de su hijo. También el apartamento 2-B de residencial Manatí, en la calle Juan Sánchez Ramírez de Gascue. Siendo realmente de ella no figuran en su declaración jurada de bienes. Anexo foto de la lujosa villa y del apartamento”.