El líder opositor y jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, abrió ayer un nuevo frente contra el presidente Nicolás Maduro, al lograr el respaldo de algunas de las principales centrales sindicales de empleados públicos. “La presión apenas empieza”, afirmó Guaidó al anunciar, tras una reunión de más de dos horas con los dirigentes de cinco centrales que agrupan a más de 600 sindicatos, que los empleados públicos se sumarán a las acciones de presión contra el gobierno.
"Vamos hacia un paro escalonado en la administración pública definitivamente, propuesto por los sindicatos", dijo en una rueda de prensa Guaidó que es reconocido como presidente interino por unos 50 países y por la Cámara, de contundente mayoría opositora.
Señaló que producto de estas reuniones quedó el compromiso de "construir las capacidades para no seguir colaborando con la dictadura, para que los empleados públicos no se vean obligados a cooperar nunca más ni ser obligados a nada".