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  • Por: Humberto Salazar
  • miércoles 24 abril, 2019

La guerra de abril y la reivindicación de Joaquín Balaguer

Algo muy difícil de entender para un observador imparcial de lo que ha ocurrido en los últimos 60 años en la isla que en su conjunto se denomina Hispaniola, es el porque coexisten dos naciones tan diferentes en los temas de desarrollo económico y social como son la República Dominicana y Haití, a pesar de que ambos pueblos tienen una historia cuyo paralelismo es mas que evidente durante todo el siglo pasado.

Los dos países fueron invadidos por los Estados Unidos dos veces, República Dominicana en 1916 y 1965, Haití en 1915 y 1994; en ambos casos hubo una larga dictadura unipersonal, Trujillo de un lado y Duvalier del otro, los dos países se ubicaban en los años 60 dentro de los mas pobres del continente, Haití el mas pobre y los dominicanos competíamos con ellos en cuanto a niveles de pobreza.

Sin embargo al día de hoy, Haití se mantiene como el país mas pobre de todo el hemisferio occidental y la República Dominicana es la primera economía de toda el área del Caribe, la octava de América Latina y se mantendrá como líder en crecimiento económico, según los pronósticos de la CEPAL, el FMI y el BM, para el año 2019, todo un milagro para cualquier persona interesada en estos temas.

Hace unas semanas fuimos abordados por un funcionario diplomático de los Estados Unidos y nos pidió que complaciéramos su curiosidad y le explicáramos el porque República Dominicana se desarrolla y crea riqueza, mientras Haití se mantiene como una nación que no es capaz de superar sus crisis o mantener un gobierno estable, a pesar de tener condiciones climáticas, poblacionales y democracias parecidas.

Pues si quisiéramos poner fecha al despegue de la economía dominicana y la transformación que hemos tenido, de ser un país agrícola y dedicado a la producción de azúcar, café, cacao y tabaco a convertirnos en un país que vende servicios, pues esa fecha tendría que ser la del 24 de abril de 1965 cuando una división de las Fuerzas Armadas produjo un conato de guerra civil que se circunscribió a la capital dominicana.

Y el nombre que surge como constructor del proceso democrático, político y social de esa confrontación es el de Joaquín Balaguer, quien en esos momentos vivía en la ciudad de Nueva York, había salido exiliado en 1962, y fue capaz de conspirar contra los que derrocaron el gobierno de Juan Bosch en 1963 y ganar las elecciones celebradas en el mes de junio de 1966.

Resulta imposible entender el proceso político de la República Dominicana y su diferencia con lo que ha ocurrido en Haití, sin resaltar el papel de Balaguer, quien fue capaz de sortear todo tipo de obstáculos para convertirse en la solución personal a la crisis institucional que vivimos los dominicanos en esos años, y es por esto que su nombre surge, a pesar de que los de pensamiento izquierdista han querido vender su verdad como absoluta, como la persona sobre la que se construyó este país moderno que habitamos.

Analizando fríamente la situación de toda nuestra región, veremos que no solo hoy en día estamos por delante de Haití en términos sociales, en 1966 éramos dos países prácticamente iguales en pobreza y desamparo, nuestra economía es también mas grande que la de la isla de Cuba, que en 1959 era una de las mas grandes de Latinoamérica, ahora nos burlamos de los que se quieren ir a Puerto Rico y no hablemos de las islas anglófonas o francófonas del Caribe.

Tres sectores principales, desarrollados a partir de la transformación del país de la mano de los gobiernos de Balaguer son hoy en día los mas importantes de nuestra economía: el turismo, las zonas francas y las remesas, a esto se le suma hoy en día el renacimiento de la producción agrícola para el consumo interno y la exportación, la minería, la venta de servicios y todo se engloba en una fuerte inversión extranjera sostenida por la estabilidad política y social de que disfrutamos.

El costo de nuestro proceso democrático lo fue la denominada ¨guerra civil¨ de 1965, que fue el producto de la conspiración en los cuarteles de dos grupos que se han complementado hasta el día de hoy, el llamado ¨grupo de San Cristóbal¨ que propugnaba por la vuelta al país del exiliado Balaguer, y el grupo de militares constitucionalistas que planteaba la restitución de la Constitución de 1963 y por lo tanto la devolución del poder a Juan Bosch.

Aquel abril de hace 54 años el día de hoy, nos costó mas de tres mil muertos en una lucha callejera sin cuartel, la invasión por parte de los Estados Unidos primero y después con la participación y bendición  la Organización de Estados Americanos de agregaron soldados y policías de otros países de América Latina, sin embargo de ese proceso que hoy ya pertenece a la historia, surgió la República Dominicana de hoy.

A pesar de todos los intentos de volver a escenarios de violencia, donde lo mas importante era el derrocamiento por medio de las acciones violentas de grupos de guerrilla urbana y rural en nuestro territorio, Joaquín Balaguer supo sortear firmemente todos los escenarios conspirativos de la derecha y la izquierda para permitirnos vivir en paz y tranquilidad en un proceso democrático que lleva ya 54 años de elecciones consecutivas.

Y decimos que conspiraron contra el tanto la derecha como la izquierda, porque no hay que olvidar que el ultimo intento de alzamiento militar lo llevó a cabo el fenecido Elías Wessin en 1972, quien se planteaba un gobierno de corte fascista, y solo un año después en 1973 se produjo el intento guerrillero de Francisco Caamaño, quien vino al país a intentar instalar un gobierno comunista con las armas en las manos.

Esa es la verdad histórica inapelable, aunque se quiera disfrazar con falsos heroísmos de parte de quienes son admiradores de los procesos comunistas y de izquierda, pero les gusta verlos de lejos, porque no es su ideal irse a vivir en forma permanente a la Cuba de los Castro o a otros países donde, a pesar poseer enormes cantidades de recursos naturales, han sido incapaces de construir un gobierno institucionalmente establecido sobre bases fuertes, cual es el caso de la República Dominicana.

Hoy que es 24 de abril lo que deberíamos los dominicanos es apreciar lo que tenemos, fortalecer nuestro proceso económico tan admirado por otros países vecinos al nuestro, seguir trabajando en forma coherente para ser una nación prospera y mirando al futuro, a sabiendas de que nos enfrentamos a nuevos retos y desafíos para no volver atrás, simplemente quisimos hacer memoria de quien a nuestro juicio sentó las bases para la construcción del proceso de expansión y consolidación de este país llamado República Dominicana: Joaquín Balaguer.

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