Tras dos fuertes años en el cargo, desde donde intentó estabilizar el Departamento de Justicia y su relación con la Casa Blanca, el vicefiscal General de Estados Unidos, Rod Rosenstein, decidió abandonar el cargo, tras poner su renuncia al presidente Donald Trump.
El funcionario dejará formalmente el cargo el próximo 11 de mayo, cuando su dimisión se hará efectiva, probablemente después de que el Senado haya confirmado al hombre nominado para reemplazarlo, Jeffrey Rosen.
Rosenstein es conocido por ser el funcionario que designó al asesor especial Robert Mueller, en mayo de 2017, para dirigir una investigación federal sobre las sospechas de injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016.
En su carta de dimisión, Rosenstein defendió su trabajo y la independencia del Departamento de Justicia.
“Hacemos cumplir la ley sin temor ni favor, porque la evidencia creíble no es partidista y la verdad no está determinada por las encuestas de opinión”, escribió.
En la misiva añadió: “Ignoramos las distracciones fugaces y centramos nuestra atención en las cosas que importan, porque una República que perdura no se rige por el ciclo de las noticias”.
Rosenstein estuvo en los principales titulares de los medios estadounidenses, luego que un reportaje de The New York Times revelara algunas discusiones del funcionario al comienzo de su mandato, donde presuntamente manifestaba la posibilidad de grabar en secreto a Trump, algo que él dijo que nunca autorizó.