La artrosis también llamada osteoartritis; es una enfermedad degenerativa crónica de lenta progresión común en la edad avanzada que afecta a las articulaciones móviles del cuerpo caracterizada por dolor articular, sensibilidad acentuada, rigidez, alteración en la movilidad, crepitaciones y derrame. Se genera a partir del daño acumulativo proveniente de lesiones microscópicas y macroscópicas en dichas articulaciones que activan una respuesta de reparación mal adaptada que incluye la activación de vías pro-inflamatorias del sistema inmunitario innato. El trastorno se manifiesta primero a nivel molecular y celular seguido de alteraciones anatómicas o fisiológicas . El compromiso de la cadera y las rodillas son una causa común de discapacidad.
La osteoartritis es una enfermedad de etiología multifactorial, aunque todavía se desconocen con exactitud todos los factores que pueden influir en su desarrollo. En la artrosis, la superficie del cartílago se rompe y se desgasta, lo que provoca que los huesos se muevan el uno contra el otro y genera fricción, dolor, hinchazón y pérdida de movimiento en la articulación. Con el tiempo, la articulación llega a perder su forma original, y pueden crecer en ella espolones. Además, pueden desprenderse trozos de hueso y de cartílago y flotar dentro del espacio de la articulación, lo que genera más dolor y daño. La artrosis puede afectar a cualquier articulación del cuerpo. No obstante, las más frecuentes son la artrosis de la espalda, que suele afectar al cuello y a la zona baja de la espalda; la artrosis de la cadera, la de rodilla y la artrosis de manos, trapecio-metacarpiana y pies.
Comúnmente la artrosis comienza lentamente. Tal vez se inicie con dolor en las articulaciones después de hacer ejercicio o algún esfuerzo físico.
Pueden aparecer pequeños nódulos de huesos en las articulaciones de los dedos. Nódulos de Heberden, en las articulaciones interfalángicas distales de las manos, o nódulos de Bouchard si están en la parte proximal. Los dedos se pueden hinchar, ponerse rígidos y torcerse. Los dedos pulgares de las manos también pueden resultar afectados.
En las caderas la artrosis puede causar dolor, rigidez e incapacidad grave. Las personas con este padecimiento pueden sentir dolor en las caderas, en las ingles, en la parte interior de los muslos o en las rodillas. El resultado es que actividades de la vida diaria como vestirse y el cuidado de los pies puede resultar todo un reto.
Rigidez y dolor en el cuello o en la parte de abajo de la espalda pueden ser el resultado de artrosis de la espina dorsal. También puede generar debilidad o adormecimiento en los brazos o en las piernas y deterioro funcional.
El ozono, es un gas cuyas moléculas tienen tres átomos de oxígeno. Es un estado olotropico del oxígeno y que protege la tierra.
La ozonoterapia, es una terapia natural bioxidativa que consiste en la aplicación de mínimas concentraciones de ozono médico combinado con oxígeno medicinal.
Diferentes datos emanados de la investigación científica reconocen que el ozono tiene un mecanismo de acción dual: analgésico y antiinflamatorio.
Estos efectos parecen ser debidos a su modo de actuar sobre diversos blancos:
Una menor producción de mediadores de la inflamación.
La oxidación (inactivación) de metabólicos mediadores del dolor.
Mejora neta de la microcirculación sanguínea local, con una mejora en la entrega de oxígeno a los tejidos, imprescindible para la regeneración de estructuras anatómicas; la eliminación de toxinas y de manera general a la resolución del disturbio fisiológico que generó el dolor.
El efecto antiinflamatorio del ozono se basa en su capacidad para oxidar compuestos que contienen enlaces dobles, entre ellos el ácido araquidónico y las prostaglandinas, sustancias biológicamente activas que se sintetizan a partir de dicho ácido y que participan en grandes concentraciones en el desarrollo y en el mantenimiento del proceso inflamatorio.
Es un mecanismo mediante el cual un estímulo (en este caso la punción con el gas o los productos formados por la interacción ozono-mediadores del dolor) podría activar mecanismos endógenos analgésicos con el consiguiente incremento de la concentración de endorfinas endógenas que tienen efecto analgésico. El tratamiento con ozono produce un efecto a corto y largo plazo.
El paciente de mayor edad responde muy bien a la ozonoterapia, porque todas las propiedades del ozono medico pueden ser utilizadas: el mejor abastecimiento de oxígeno en el organismo, la movilización del sistema inmune y la activación de los propios antioxidantes del cuerpo y captores de radicales. Hay una influencia positiva sobre las alteraciones de la circulación cerebral que se muestran frecuentemente con trastornos de la concentración, bajo rendimiento, inseguridad al caminar y mareo.
Además de reducir la inflamación, quitar el dolor, la ozonoterapia recupera más rápido la movilidad. Ralentiza el avance de la artrosis y mejora la circulación, promoviendo una mejoría en la calidad de vida del paciente, no produce efectos secundarios que comprometan la vida del paciente, es efectivo y a bajo costo.